Cada ejemplar vale u$s 3 mil. Los sacaron de un haras de Funes. Iban hacia la faena clandestina
En un pequeño monte a la altura de Ovidio Lagos y el camino viejo a Soldini, agentes del Comando Radioeléctrico recuperaron cuatro caballos robados de un haras de Funes. “Todo indica que los sustrajeron por el peso y no porque fueran pura sangre de raza árabe. De no haberlos hallado su camino era el matadero clandestino”, explicó un vocero policial.
Los animales robados son criados en el establecimiento Las Lechuzas para la práctica deportiva y su valor en dólares excede lejos lo que los ladrones podrían haber recibido por equino faeneado: unos 5 pesos el kilo. No hay detenidos.
El haras Las Lechuzas es un predio de 10 hectáreas donde crían una veintena de ejemplares de raza árabe. El ingreso está a unos mil metros de la autopista a Córdoba en el límite del country Funes Hill.
De madrugada. El miércoles a las 4 un grupo de maleantes robó de ahí un caballo llamado El Zahir, dos yeguas y una potranca. Animales con un precio base de 3 mil dólares cada uno.
Los maleantes ingresaron desde la autopista. Rompieron el alambrado y caminaron unos 100 metros hasta el establo de las yeguas del haras. Como cuatro días antes había nacido un potrillo la luz del lugar estaba encendida. Los intrusos violentaron el candado de la puerta y caminando se llevaron los animales, entre ellos la madre del potrillo recién nacido. Se fueron cortando el alambrado.
“Los caballos son para realizar una disciplina ecuestre denominada endurance”, explicó una fuente consultada.
El endurance es, según lo define la Federación Ecuestre Internacional (FEI), una carrera en la que se pone a prueba la velocidad y resistencia del caballo o yegua. Implica un recorrido a campo traviesa en el menor tiempo posible. Se impone el primer caballo que termina en condiciones aceptables. Y las distancias van desde los 40 y los 160 kilómetros. .
El haras es propiedad del abogado Jorge Bedouret, conocido por representar entre otros clientes al ex vicegobernador Antonio Vanrell y a Tulio Adorna por el doble crimen de Funes.
Hugo Morel, el encargado, encabezó la búsqueda de los animales a la vieja usanza: siguiendo su rastro por caminos de tierra. Así rehízo la ruta de los cuatreros. Tomó por la ruta 34 S, una senda que une la zona rural de Funes con Pérez, bordeando la presa del arroyo Ludueña. Se internó luego en un viejo sendero que une Soldini con el puente Gallegos, en Ovidio Lagos al fondo. Y así pasado el mediodía, a 25 kilómetros del haras, divisaron los animales robados en un pequeño monte, atados a los árboles. Entonces dieron aviso al Comando para que secuestraran los equinos.
Cuestión de peso. “Los tipos buscaron los más pesados, no los más valiosos. Estos caballos pesan alrededor de 400 kilos y en el circuito clandestino de faenamiento se paga el kilo entre 4 y 5 pesos. Por eso parece que su camino era el matadero”, confió una fuente consultada.
“Son caballos de raza, con un valor de 3 mil dólares de piso. Uno de los robados, El Zahir, ganó una competencia hace dos meses en la ciudad bonaerense de Saladillo. Y para venderlos hay que presentar los documentos y no los compra cualquier persona”, contó la fuente.
En un pequeño monte a la altura de Ovidio Lagos y el camino viejo a Soldini, agentes del Comando Radioeléctrico recuperaron cuatro caballos robados de un haras de Funes. “Todo indica que los sustrajeron por el peso y no porque fueran pura sangre de raza árabe. De no haberlos hallado su camino era el matadero clandestino”, explicó un vocero policial.
Los animales robados son criados en el establecimiento Las Lechuzas para la práctica deportiva y su valor en dólares excede lejos lo que los ladrones podrían haber recibido por equino faeneado: unos 5 pesos el kilo. No hay detenidos.
El haras Las Lechuzas es un predio de 10 hectáreas donde crían una veintena de ejemplares de raza árabe. El ingreso está a unos mil metros de la autopista a Córdoba en el límite del country Funes Hill.
De madrugada. El miércoles a las 4 un grupo de maleantes robó de ahí un caballo llamado El Zahir, dos yeguas y una potranca. Animales con un precio base de 3 mil dólares cada uno.
Los maleantes ingresaron desde la autopista. Rompieron el alambrado y caminaron unos 100 metros hasta el establo de las yeguas del haras. Como cuatro días antes había nacido un potrillo la luz del lugar estaba encendida. Los intrusos violentaron el candado de la puerta y caminando se llevaron los animales, entre ellos la madre del potrillo recién nacido. Se fueron cortando el alambrado.
“Los caballos son para realizar una disciplina ecuestre denominada endurance”, explicó una fuente consultada.
El endurance es, según lo define la Federación Ecuestre Internacional (FEI), una carrera en la que se pone a prueba la velocidad y resistencia del caballo o yegua. Implica un recorrido a campo traviesa en el menor tiempo posible. Se impone el primer caballo que termina en condiciones aceptables. Y las distancias van desde los 40 y los 160 kilómetros. .
El haras es propiedad del abogado Jorge Bedouret, conocido por representar entre otros clientes al ex vicegobernador Antonio Vanrell y a Tulio Adorna por el doble crimen de Funes.
Hugo Morel, el encargado, encabezó la búsqueda de los animales a la vieja usanza: siguiendo su rastro por caminos de tierra. Así rehízo la ruta de los cuatreros. Tomó por la ruta 34 S, una senda que une la zona rural de Funes con Pérez, bordeando la presa del arroyo Ludueña. Se internó luego en un viejo sendero que une Soldini con el puente Gallegos, en Ovidio Lagos al fondo. Y así pasado el mediodía, a 25 kilómetros del haras, divisaron los animales robados en un pequeño monte, atados a los árboles. Entonces dieron aviso al Comando para que secuestraran los equinos.
Cuestión de peso. “Los tipos buscaron los más pesados, no los más valiosos. Estos caballos pesan alrededor de 400 kilos y en el circuito clandestino de faenamiento se paga el kilo entre 4 y 5 pesos. Por eso parece que su camino era el matadero”, confió una fuente consultada.
“Son caballos de raza, con un valor de 3 mil dólares de piso. Uno de los robados, El Zahir, ganó una competencia hace dos meses en la ciudad bonaerense de Saladillo. Y para venderlos hay que presentar los documentos y no los compra cualquier persona”, contó la fuente.
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