La Mission, al servicio de la cría regional
La estación de montas argentina ofrece los servicios de destacadísimos sementales
PABLO NÚÑEZ
Desde hace un par de años funciona en la vecina orilla La Mission, una estación de montas que pone a disposición de pequeños y grandes criadores los servicios de destacadísimos sementales del turf mundial. Algo imposible de imaginar unos años atrás en esta región.
El proyecto del cual forman parte los haras De La Pomme, La Biznaga, Firmamento, La Esperanza, TNT y tres accionistas particulares, ha posibilitado la llegada de reproductores de la talla de Grand Slam, Hennessy -fallecido en este local en agosto de 2007-, Honour and Glory, Peintre Celebre, Thunder Gulch y Val Royal, entre otros.
Algunos de ellos regresarán para el segundo semestre de este año, al tiempo que otros nuevos nombres se agregarán a la espectacular plantilla. Tal es el caso de Art Master, un Royal Academy de ilustre campaña tanto en Francia co-mo Estados Unidos.
Pero que quede claro, La Mission no cumple la función de un haras. "Una de las cosas que nos propusimos desde un principio es no ser criadores, para no competir con los que en definitiva son nuestros clientes. Lo que tratamos de hacer es traer la mejor calidad genética en padrillos y ponerla a disposición de cualquier criador que quiera mandarnos una yegua", se encargó de aclarar Nicolás Ojea Quintana, el director general.
En esta etapa del año, La Mission luce desnuda, sin sus grandes figuras, las cuales hasta mediados de la temporada estarán cumpliendo funciones en el hemisferio Norte. Por ahora, la calma es el común denominador en las casi 170 hectáreas que abarca el establecimiento, algo que obviamente se contrapone con lo que sucede entre agosto y diciembre. "Ahora lo único que se escucha es el silencio. Es como un circo sin payasos. En cambio, en plena temporada de trabajo el bullicio es constante. Entre abril y mayo empezamos con la venta de los servicios y en julio comienzan a llegar los padrillos para hacer la cuarentena. A esa altura uno ya está ansioso por empezar la temporada, y unos meses después estás deseando que termine porque ya no aguantás más (risas)", comentó Ezequiel Valle, el encargado de la administración y ventas de los servicios.
En definitiva, La Mission es un sueño hecho realidad. Un proyecto digno de imitar por los criadores uruguayos, que desde hace años invierten en pos de mejorar el elevage nacional, pero lo hacen por separado, ignorando que "la unión hace la fuerza".
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