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Una atractiva y singular competencia deportiva se realizó hoy en el departamento de Tunuyán. Se trata de una carrera de caballos denominada "endurance". MDZ Valle de Uco estuvo allí y te lo cuenta.
“MZ Tahlan” ganó el Endurance “Tunuyán en flor”, en la categoría de 80 kilómetros. En esta ocasión, se corrieron en tres etapas 60 kilómetros de esta importante carrera del Valle.
Quienes conocen este deporte saben de qué se trata: una competencia contra reloj, que evalúa “no sólo la resistencia del caballo frente a las grandes distancias a recorrer, sino también el planteo estratégico de la carrera por parte del jinete”, explican desde la Federación Ecuestre Argentina.
“El desempeño del caballo sobre diversos tipos de terreno y obstáculos naturales es significante para determinar el conocimiento hípico del jinete y el entrenamiento y estado del caballo. Ambos, caballo y jinete, deben reunir una condición física excelente, pues no hay nada peor para un caballo cansado que un jinete cansado”, sigue en su site la Federación.
La competencia de Endurance se encuentra organizada en un número de fases. Al final de cada fase (en principio cada 40 km.) hay una inspección veterinaria organizada como una puerta veterinaria con un tiempo de retención (la retención comienza cuando el pulso del caballo se encuentra en los 64 o menos, hasta este momento el tiempo de la carrera continúa). Las fases pueden estar repartidas en uno o dos días, según la distancia de la prueba.
El recorrido no debería contener más de un 10% de caminos de superficie dura. La parte más demandante no debería estar cerca de la meta.
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MZ Tahlav, un caballo árabe puro, fue el gran ganador.
Vamos al endurance "Tunuyán en flor": como hemos referido, el caballo ganador fue MZ Tahlav, árabe puro.
Fabián Arambuena de Córdoba jineteó al ganador y realizó un tiempo de 4 horas 27 minutos y 50 segundos. La carrera se corrió bajo una lluvia intermitente que les vino muy bien a los caballos para que bajaran las pulsaciones, requisito fundamental para seguir a la siguiente etapa.
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El lugar de la partida y el de la llegada estuvieron ubicados en la finca de Eufrasio Covarrubias, donde los veterinarios esperaban a los equinos para hacerle todos los chequeos rigurosos, que establece la normativa de la competencia, la cual se rige por el reglamento de la Federación Ecuestre Argentina.
La organización en Tunuyán estuvo a cargo de Teco Lázaro y las autoridades de la competencia fueron el Juez Enrique Buj, el Chief Steward Hugo Guevara y el Ayudante de Campo Víctor Escalante. La comisión veterinaria estuvo a cargo de la doctora jefa Micaela Mengeón y como ayudante el doctor Gabriel Morgue.
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El intendente de Tunuyán, Eduardo Giner, entrega uno de los premios.
El segundo puesto en la categoría 60 kilómetros fue para Juan Vélez con “Lunático” en 4 horas 30 minutos y el tercer puesto fue para el binomio “Indio” jineteado por Bartolomé Boiero en 4 horas 32 minutos.
En la categoría 40 kilómetros menores, el pimero fue Facundo Obrador con “Cautiva”, segundo Nicolás Aranda con “Otarola” y tercero Matías Martínez con “Shira”.
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En la categoría 40 kilómetros mayores, el primero fue Juan Córdoba con “J.G. Max Al”, el segundo Víctor Escalante con “E.T. Akira” y el tercero Silvio Aencio con “Almendra”.
En la categoría 20 kilómetros menores, en esta ocasión se corrieron 26, el primero fue Alexis Aguilar con “Facón “, el segundo Juan José Maldonado con “Saino” y tercero Jan Weaver con “ET- Mora”.
En la categoría 20 kilómetros mayores, en esta ocasión se corrieron 26, el primero fue Federico Osillo con “Brujo”, segundo Sebastián Quiroga con “Argento” y tercero Héctor Maldonado con “Amigo”.
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Para la carrera de Tunuyán, se consideró que el ganador de cada categoría fuera el primer jinete que traspasara la última puerta veterinaria con todos los parámetros fisiológicos correctos. Los caballos fueron presentados al control veterinario con un registro máximo de 56 pulsaciones por minuto en categorías 20 y 40 kilómetros. El animal puede ser llevado únicamente por una sola persona y con la chaqueta correspondiente, planilla veterinaria, con cabezada o bozal y sin ninguna otra cosa en cuerpo o patas.
En todas las etapas existe la posibilidad de una nueva presentación, del caballo a control veterinario (rechek), cuando este queda excedido en sus pulsaciones, dentro de los 20 minutos de recuperación, excepto en la última etapa.
Así fue la competencia, y por cierto que resultó todo un éxito.
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