Hubo duras críticas al Gobierno y quejas por las "trabas" a la exportación de carne.
Por: Gustavo Laurnagaray
JINETES. LOS PRODUCTORES PAMPEANOS, AYER, EN LA RUTA 5, ESCOLTAN A CABALLO A UNO DE LOS CAMIONES DEL RALLY DAKAR EN SEÑAL DE PROTESTA.
Hubo unos cien caballos, con jinetes y amazonas. Y otras 400 personas al costado de la ruta nacional 5. La protesta fue frente al frigorífico Carnes Pampeanas, lugar donde estuvo uno de los piquetes más duros de La Pampa durante la pelea contra las retenciones móviles. Era un paso obligado de los autos rumbo al primer campamento del rally, ubicado en Santa Rosa.
Al costado de la ruta hubo cosechadoras, tractores, una propaladora y una enorme parrilla. Las costillas, los vacíos y los chivitos, se asaron mientras los productores armaban su protesta.
"Queremos que nos escuchen. Políticas agropecuarias para producir", dijo Juan Cruz Cabral uno de los organizadores de la protesta. Eligieron poner la mira en la carne porque la ganadería es la principal producción pampeana.
"Esto es una bienvenida al Dakar. No queríamos cortar la ruta, sino que atiendan nuestros pedidos", dijo Cabral.
A los costados de la ruta, se plantaron los carteles que ya se vieron durante la pelea contra las retenciones móviles. "No pedimos subsidios. Queremos que nos dejen trabajar", decía una cartel.
Pero esta vez hubo una consigna que se escribió en tres idiomas. Y apuntaba al Gobierno nacional. "La mejor carne del mundo en manos del peor gobierno del mundo", decía una pancarta. Estaba en inglés y en francés.
El colorido de la protesta interesó a una periodista francesa, a quien acompañaba su amiga húngara. "Me preguntaron que hacíamos. Les conté: estamos reclamando por lo nuestro", dijo Luis Rivero, con su zaino, una bandera argentina de plástico en la mano y sus ropas gauchas.
La protesta enojó a algunos espectadores. Fue durante las cuatro horas de espera hasta que apareció la primer moto. La formación de los caballos tapó un largo trayecto de la ruta, lo que desató las quejas. Hubo forcejeos y algunos empujones entre espectadores y productores. Pero no pasó de eso.
Los manifestantes más duros querían parar un auto en la ruta, para darle un lomo al primer coche. Pero esta propuesta tuvo resistencia. Desde la organización les pidieron que no lo hicieran: podía repetirse en otros lugar.
Una periodista francesa --que recorría la protesta-- paró la moto 5, del portugués Helder Rodríguez, quien se prestó a la entrevista. En unos segundos, los caballos ocuparon la ruta y los carteles de "prohibido K" (un círculo rojo con la K tachada) aparecieron delante de las cámaras de los fotógrafos y de la televisión.
"Esta es la mejor carne del mundo pero no la podemos exportar", le dijo el productor Alejandro Casella a un integrante de la organización del Dakar, el francés Gregory Morac mientras le entregaba un lomo entero, uno de los cortes que enfrenta a los productores con el Gobierno. Después que intervino un traductor, Morac agradeció y se frotó la panza con una mano, mientras aferraba el kilo y medio de lomo envasado al vacío.
El presidente de la Asociación Agrícola, Andrés Souto dijo: "Esto era lo que buscábamos. Que nos escuchen, pedimos una política para poder exportar y para que no se liquide la ganadería".
Los productores levantaron sus banderas y entonaron el Himno. Detrás se escuchaban los relinchos de los caballos y los bocinazos de los camiones del Dakar.
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