La ilusión acompaña una tradición

La ilusión acompaña una tradición
Como hacía su padre, Hernán Ceriani Cernadas está en los Estados Unidos, donde mañana correrá Jazzy, criada en su haras, La Quebrada

Por segundo año consecutivo habrá este fin de semana un caballo argentino en la serie de la Breeders Cup. Y como Invasor en 2006, también será uno que dejó la tierra donde nació sin transitar por los hipódromos locales y llegó a los Estados Unidos tras desarrollar su primera campaña en el hemisferio sur. Jazzy, la yegua que mañana estará en el Filly & Mare Sprint, fue exportada a Sudáfrica en octubre de 2004, tras haber sido "comprada en una venta particular del haras cuando tenía un año y medio", revela Hernán Ceriani Cernadas, titular de La Quebrada, el establecimiento en el que se crió la zaina nacida el 6 de septiembre de 2002. Ceriani no recuerda quién la eligió, cree que algún intermediario, pero sí tiene presente que por entonces "ya era llamativa y de conformación correcta; además, tiene un pedigree espectacular, con la familia de Cigar por abajo". La mención es sobre el caballo estadounidense que conserva el récord mundial de sumas ganadas, nada menos. "Estoy en los Estados Unidos", dice, mientras dialoga con LA NACION a través de su celular, y su presencia allí por estos días podría ser una consecuencia de la presencia de Jazzy. Sin embargo, explica: "Es una costumbre que teníamos con papá y decidí mantenerla. El viaje estaba organizado más allá de cualquier posibilidad de que alguno de los caballos que criamos en el haras pudiera estar". A la tradición se suma un homenaje a Hernán padre, fallecido en enero pasado. Se lo está haciendo una de sus piezas al competir en la serie que inspiró la creación de las Carreras de las Estrellas en la Argentina. "Ella reunía las condiciones, pero se tenían que dar varias cosas. Principalmente, que la quisieran anotar y que pagaran el suplemento de 150.000 dólares para estar habilitada", reconoce Ceriani, y enseguida expresa su placer por la situación. "Correr un gran premio es lo máximo que se puede aspirar como criador fuera del país, y en este caso tiene un plus por tratarse de la Breeders Cup". Jazzy es una hija de Mutakddim, el último ganador de la estadística de padrillos aquí, y Jollie Fille, que murió producto de una hemorragia luego de parir a Jubilance, su quinta cría, en 2003. "Fue una pena lo de la madre porque tenía sólo nueve años. Todos sus hijos son ganadores. La teníamos en sociedad con el haras Las Matildes", se lamenta Hernán. Claro que, a pocas horas de la carrera, es momento de pensar en positivo, y eso lo genera la yegua que ahora será montada por David Flores, un jinete mexicano que ya conoce de grandes triunfos. "Sabía que andaba muy bien mientras estuvo en Sudáfrica. Allá ganó tres carreras, pero nunca la vi correr. Sólo pude hacerlo cuando la trajeron a los Estados Unidos. Viene de atrás; es una máquina, tiene una atropellada impresionante", enfatiza Ceriani, con palabras que esconden una ilusión, ésa de verla ganar en Monmouth Park, el hipódromo en el que fue segunda en su debut en el Norte. Después, no perdería más.
Para McAnally, Izarra ganará el Juvenile Fillies Ron McAnally, galardonado con el Pellegrini del Año en 1990, no es un entrenador de hacer predicciones fuertes. Por eso llamó la atención cuando ahora declaró: "Creo que Izarra ganará la carrera". Se refería al Juvenile Fillies, del sábado próximo, donde presentará a la nieta materna de Bayakoa, aquella yegua argentina con la que el preparador obtuvo el Distaff en dos ocasiones.
Sin pruebas fuera de lo común Programa de hoy en La PlataAl no haber una carrera de nivel jerárquico, la más destacada de la tarde platense es el premio Jockey Club de Córdoba, que se correrá en el sexto turno. Las mejores chances las tiene Carnavalero Jiz, que va por su segundo triunfo después de debutar ganando en esta pista y distancia; irá en yunta con Aperitivo. Les pueden hacer sombra Colateral, que busca la recuperación, y Just for Show, con dos segundos al consecutivos.
Por Carlos Delfino De la Redacción de LA NACION