Estaba escrito que Eyeofthetiger ganaría algo valioso en los hipódromos. Sólo había que sentarse a esperar y el hijo de Tempranero, por esfuerzo o descarte, cruzaría adelante en, por lo menos, un clásico mediano. Pero no. No hubo que aguardar nada y tampoco ganó un premio de los más o menos. Venció en el Nacional (G 1-2500 m), la carrera mayúscula de Palermo.
Eyeofthetiger es el hijo de un padrillo chileno criado por un brasileño, al que montó un jockey peruano y empuja una barra de argentinos que lo tiene arrendado, con el Fernando García como figura visible.
Es el zaino preparado por Ricardo Reigert, el entrenador, que hace más de cincuenta años soñaba con un triunfo de esta clase. Es el niño mimado de María Flores, su peona, su guardiana.
El potrillo no estaba entre los favoritos para vencer en el Derby, pero tampoco era un improvisado. Haber quedado tercero en las 2000 Guineas y en la Polla le da chapa a cualquiera, aunque después haya renunciado en el Jockey Club, donde quedó sexto, por obra y gracia del pasto pesado, según aseguró su gente.
Y superó por un cuerpo y medio a Puchet, otro de los que habían naufragado en la prueba de San Isidro. Puchet quiso, casi pudo, ser el muleto ganador en la carrera del stud S. de B., la misma del favorito Indio Glorioso, ayer octavo en el disco. Un esfuerzo más y Puchet le daba a Jorge Valdivieso el triunfo con el que hubiera coronado su campaña, anunciado ya su retiro de las carreras.
Pero Eyeofthetiger es de los caballos que cuando muerden la punta no la sueltan. No es de llegar a esa posición jugado. Cuando se pone adelante -y en San Isidro lo había demostrado dos veces- es para ganar.
Quienes lo vieron correr en las Guineas y la Polla sacaron rápido la conclusión que se trataba de un potrillo para la distancia. En la Polla atropelló largo y la carrera se le terminó temprano.
Ayer, tuvo un jockey nuevo. Edwin Talaverano lo conoció a último momento y lo montó confiado. Igual, no lo apuró durante el desarrollo. En los primeros 800 metros lo más cerca que estuvo de la punta fue en el quinto puesto; más adelante lo relajó. Lo puso en la zona donde se reciben más terronazos, donde hacia adelante sólo se ven ancas y nucas.
Para Talaverano, el Derby comenzaría en la última curva, allí donde los fondistas de ocasión muestran sus flaquezas y donde hay que estar atento para no chocar a los que se quedan.
Envy Me marcó el ritmo, pero se cansó cuando faltaban 600 metros. Desde entonces fue un número más en la pista. Arandano en Boca, iba segundo, por dentro; afuera, Indio Glorioso y Body Soguero se preparaban para dar el salto; en la curva final, Puchet comenzó a buscar el hueco. Mientras tanto, atrás, Talaverano prendía su GPS.
En el derecho quedaron vivos los verdaderos fondistas. Pudo más el potrillo de Reigert que el de Dany Etchechoury, uno de los favoritos para el Carlos Pellegrini, en el que, probablemente, Indio Glorioso no estará.
Lo de Arándano en Boca fue más que valiente. Mostró ser de los que siguen cuando muchos se paran. Quizá tampoco corra el Pellegrini y vaya a buscar un premio importante a Maroñas, el 6 de enero.
Don Julio A, cuarto con Falero, brincó para arriba en la largada, pasó último por primera vez el disco, y utilizó toda la carrera para remontar posiciones. Llegó lejos, pero será un ganador clásico a futuro.
Sólo si triunfa en el Pellegrini se podrá decir que Eyeofthetiger fue el mejor potrillo de su camada. Por ahora fue el mejor del Nacional, y eso no es poco. Es mucho. Muchísimo. En definitiva, es lo que buscan todos.
Fernando García le puso el pecho a las tentaciones
"Me la jugué y nos salió bien. Dos veces vinieron a comprármelo y no lo quise vender. Sabía que este caballo podría ganar una de las carreras importantes". De Fernando García, quien encabeza el grupo de propietarios de Eyeofthetiger.
Por Julio Guimaraes
De la Redacción de LA NACION
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