"Ganarle a Cambiaso la final estaría buenísimo"
Matías Mac Donough, back de Ellerstina, admira a Dolfi, pero no tomaría un triunfo como desquite de la definición de Palermo 2005
Matías Mac Donough, back de Ellerstina, admira a Dolfi, pero no tomaría un triunfo como desquite de la definición de Palermo 2005
Para Matías Mac Donough, a los 35 años, es el penúltimo abierto grande con la camiseta de Ellerstina. El año próximo lo sustituirá Juan Martín Nero en el conjunto negro y el mayor de los hermanos de apellido irlandés –también de los integrantes del equipo– cerrará una etapa que ya es buena, pero para la que quiere más gloria. La tiene a mano hoy, cuando la definición del Abierto de Hurlingham pueda concluir en su tercer festejo con la copa The Ayrshire, tras aquél de 1997 con La Baronesa (cuando ganó por no presentación del club para el que hoy juega) y el de hace dos años, cuando Ellerstina quedaría a un céntimo de la Triple Corona. "Que ésta sea mi tercera final acá representa mucho. Es el segundo torneo importante del mundo. Y está buenísimo que después de un año muy bueno [2005] y otro malo [2006] ya hayamos ganado un torneo [Tortugas] y llegado a la final de otro", declaró en una charla con LA NACION. –¿Qué valor le asignás a Hurlingham como torneo de la Triple Corona? –Bastante, es la antesala de Palermo. Creo que todos los que se anotaron quisieron ganar el torneo. Y ahí estamos. Vamos a tratar de ganarlo. –¿Cuántos recursos pondrán en esta final? ¿Se llega a repetir caballos? –De estar bien, creo que algunos caballos podrán jugar un poco más de un chukker. Después de éste, contando la final de Palermo quedarían cuatro partidos, así que no faltarían tantos. Importantísimos, sí, y hay que encararlos con todo. –Ellerstina tendrá en el debut en del Campeonato Argentino Abierto el adversario más débil, Santa María de Lobos. ¿Eso les permite poner más tiempo los caballos buenos en la final de Hurlingham? –Sí; eso ayuda. En caso de empezar en Palermo contra La Aguada o Chapa II, el debut sería crucial. Quizás estaríamos pensando más en ese partido que en la final de Hurlingham. –¿Cómo se plantea un choque decisivo con La Dolfina, considerando que tácticamente es el equipo menos clásico y que tiene un jugador, Adolfo Cambiaso, que pesa más que el resto? –Uno sabe que La Dolfina siempre tiene un bonus. Y para nosotros es un bonus en contra. Hay que ser consciente de que hasta que termina el partido nada se puede dar por ganado. La Dolfina está cada vez más firme y tiene a Cambiaso. –¿Que juegue Matías Magrini del otro lado le cambia algo a Ellerstina? –Para La Dolfina, no sé si cambiará tanto. Por el juego que hacen ellos, no sé si modificaría mucho el equipo. Cambiaso adapta a sus compañeros a su juego, entre quien entre. Y Matías ya está adaptado, porque jugó bastante con él en los Estados Unidos, lo conoce y no es necesario explicarle qué tiene que hacer. Va a ser un partido durísimo de todas formas. –¿Ser el mayor en cuanto a edad te da cierta ascendencia o liderazgo en el equipo, o pensás que no influye? –No, la verdad que no. El liderazgo, en realidad, es del equipo. El equipo es el líder cuando anda bien, y también el mártir cuando anda mal. Jugamos muy bien o jugamos muy mal. En Hurlingham arrancamos muy mal y después nos acomodamos. No hay un líder; cada uno está tratando de afianzarse en su puesto. Yo sigo en el mismo, pero Gonzalito [Pieres, que pasó de Nº 3 a Nº 2] es un jugador distinto a Facundo [Pieres, que dejó de ser 1 para ser 3] y necesitamos una adaptación. –¿A qué obedece la alternación de buenos y malos momentos en las actuaciones de Ellerstina? ¿Es algo corregible? –Yo creo que sí. Tenemos que tratar, de alguna manera, de hacer menos foules. Estamos ansiosos de cortar las jugadas rivales y entonces quizá terminamos haciendo foules. Creo que nuestros rendimientos buenos lo fueron por bastante tiempo, sin grandes altibajos, y los malos fueron parejitos, también. Hay que tratar de no impacientarse: son ocho chukkers, es larguísimo; es una final. Está buenísimo; es un buen programa, así que, si vamos a jugar mal, por lo menos juguemos mal al principio y no al final, ¿no? –¿Te interesa con quién va a simpatizar más la gente o en la cancha no escuchás si el público alienta más a un equipo que a otro? –No. La verdad es que es lindo el apoyo, pero no se escucha muy bien. Uno está concentrado y no escucha mucho. –Aunque la importancia del torneo resulte un peldaño menor, ¿que el rival en esta final sea La Dolfina les da ciertas ansias de desquite por la derrota en el desenlace de Palermo 2005? –Ganar Hurlingham venciendo en la final a La Dolfina estaría buenísimo. ¿Desquite? No. Palermo es Palermo. Ahora bien, ganarle a Cambiaso la final de Hurlingham estaría buenísimo. Eso sí.
La posibilidad de hacer un aporte benéfico En las boleterías del club Hurlingham, la fundación Banco de Alimentos estará ofreciendo hoy bonos de contribución para ayudar en su lucha contra el hambre de 65.000 personas de la capital y el Gran Buenos Aires. Además, la empresa alimentaria Quick Food aportará a esa fundación 5% de lo que haya colectado en todo el certamen por la venta de sus productos.
La posibilidad de hacer un aporte benéfico En las boleterías del club Hurlingham, la fundación Banco de Alimentos estará ofreciendo hoy bonos de contribución para ayudar en su lucha contra el hambre de 65.000 personas de la capital y el Gran Buenos Aires. Además, la empresa alimentaria Quick Food aportará a esa fundación 5% de lo que haya colectado en todo el certamen por la venta de sus productos.
Producción: Xavier Prieto Astigarraga
La Nación
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