Del festejo con Filarmonía a la esperanza de Latency
El domingo último, el entrenador Juan Udaondo ganó la Copa de Plata con la yegua de Vacación y el sábado próximo presentará al caballo en el Carlos Pellegrini
"Hace veinte años, cuando me inicié en la profesión, dije que mis ambiciones como entrenador eran estar entre los de arriba en la estadística y ganar un Pellegrini. Lo primero se viene dando y en unos días voy a correr esta carrera por primera vez", dice Juan Udaondo, el hombre al que le gusta ponerse desafíos por delante y tendrá uno grande el sábado próximo en la prueba más importante de América del Sur. Ahí estará Latency, el caballo con el que ganó cinco grandes premios, la mitad de los Grupo 1 que obtuvo en su campaña.
Tiene que hacer fuerza para hablar y que se lo escuche el preparador. Quedó disfónico luego de gritar a la tordilla Filarmonía, su yegua, en la Copa de Plata, el éxito que abrió la serie de San Isidro el domingo último, y ayer todavía no había recuperado toda la voz. "Hice un gol temprano", dice y sonríe, mientras el salón del tercer piso de la tribuna Oficial comienza a llenarse, a la espera del sorteo de partidores.
Ya no tiene puestos los lentes negros que ocultaban sus lágrimas de emoción por el triunfo en la carrera fuerte para yeguas. A su lado está Diego Peña, el cuidador que tras el Pellegrini se hará cargo de Latency en Dubai. Ese era, en realidad, el plan A con el hijo de Slew Gin Fizz y por eso no corrió la Copa de Oro, pero no pudo ser embarcado porque se cerraron las importaciones en los Emiratos Arabes tras detectarse un virus en unos caballos de polo.
"Cuando surgió lo del viaje no lo paramos, pero durante dos semanas sólo estuvo galopando con [Cristian] Villabona, que va a ser quien lo trabaje allá. Para llegar diez puntos al Pellegrini me hubiese gustado estar en la Copa de Oro. Aunque anda muy bien, hace tres años que no corre esta distancia", explica Udaondo, al que por estos días le alcanza con "dormir cuatro horas diarias".
Juan piensa más en su caballo que en lo que son capaces de dar los rivales. "Lo importante es que está bien y tendría que estar definiendo. Habrá que tener un poco de suerte en el desarrollo porque es muy numerosa. Latency perdió un Anchorena en el que corrieron dieciocho y este año sólo se admitieron dieciséis", señala el entrenador, esperanzado en prolongar los festejos que comenzaron con Filarmonía, la yegua a la que empezó a tender poco después de recibirla, con el respaldo de los antecedentes de la familia materna y el visto bueno del equipo del haras Vacación.
"La veía pasar cuando la tenía Juan Carlos [Maldotti] e iba entonada. Con la tendida se amansó, bajó los decibeles y esta carrera fue el día que mejor estaba. Eso sí: nunca pensé que iba a ganar así", confiesa Udaondo, que es pura ilusión.
Falero recibió el alta, pero no correrá hoys
Tras permanecer en observación durante un día, Pablo Falero fue dado de alta y ayer regresó a su domicilio, pero hoy no correrá en San Isidro, donde se harán doce carreras y la más importante será el handicap Full Sail, sobre la milla. El jockey, que rodó anteayer en Palermo, sólo sufrió golpes y quedó internado por precaución, pues había perdido el conocimiento en la caída.
Por Carlos Delfino
De la Redacción de LA NACION
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