La final del sábado próximo entre La Dolfina y Ellerstina se presenta como una de las mejores en la historia del certamen, con el plus del tricampeonato para uno o la Triple Corona para el otro
Más allá de gustos personales, de colores de camisetas o de preferencias de equipos, el sábado próximo Palermo presentará la mejor definición que hoy puede tener el polo. Por la calidad de los equipos y por sus actuaciones recientes en la definición de los dos grupos del torneo, es el partido del año. La Dolfina Jaeger LeCoultre viene de ganarle con autoridad a Chapa Uno Toyota por 18-15, y Ellerstina Etiqueta Negra obtuvo un contundente 16-11 ante Chapaleufú II Culú Culú, en dos semifinales definidas con una diferencia de juego inusual para esta instancia, lo que potencia la fuerza de los ganadores.Es más: ciertos condimentos extras hacen que esta final sea la más trascendente de los últimos tiempos. El equipo de Adolfo Cambiaso va por el tricampeonato, un hito que no se consigue en polo desde 1993, cuando Indios Chapaleufú ganó por tercer año consecutivo. Los Pieres y los Mac Donough tendrán un doble desafío: la victoria en Palermo significará su primera conquista del certamen, con el plus de la obtención de la Triple Corona y los 40 goles de handicap.
Hay un antecedente: La Dolfina 20 vs. Ellerstina 19 en la final de 2005. Alegrías y tristezas a un lado, se trató de un excelente partido. Sin importar quién venza el sábado, todo indica que la calidad del espectáculo puede repetirse...
Por Carlos Beer
De la Redacción de LA NACION
El equipo que mejor llega al ojo del aficionado
Cuando Ellerstina venció a La Aguada por 18-11 en la segunda fecha del Grupo B de Palermo, LA NACION tituló: "Con el polo que le gusta a la gente". No hay dudas: el equipo de los hermanos Pieres y los hermanos Mac Donough practica un juego clásico y vistoso, ese que respeta la premisa de velocidad de caballos y poca retención de bocha como máxima ley. Por eso, su estilo gusta en muchos aficionados de este deporte.
El del sábado será el último partido con la formación actual, ya que en 2008 Juan Martín Nero ingresará por Matías Mac Donough. Entonces, este partido tiene un valor sentimental grande además del deportivo. Incluye la sensación de revancha por la caída en 2005, más la despedida al back que juega en el equipo desde 2003, el año del nacimiento de la formación actual. Todo integra un combo en la búsqueda del sueño: el primer Palermo, la Triple Corona, los 40 goles y la despedida del mayor del equipo...
Un cuarteto completo o un líder y sus tres mosqueteros
La Dolfina es dos equipos en uno. Puede jugar de una manera o de otra. Según el camino por el que transite el partido, elige: plan A o plan B. Normalmente comienza los encuentros tratando de desarrollar un juego colectivo. En este sentido, cada vez se acomoda mejor en este sistema de juego global. El mejor ejemplo se dio en la semifinal ante Chapa Uno: los cuatro integrantes del equipo tuvieron una actuación pareja y el resultado fue una tarea colectiva impecable.
Pero claro, teniendo al mejor del mundo en el equipo, hay veces que La Dolfina cambia de rumbo en medio del partido. Entonces, tres de sus jugadores se dedican a marcar y a cortinar a los rivales para que Adolfo Cambiaso, el líder del equipo, avance con más comodidad por el campo. Esa fue la táctica utilizada en la mayor parte del partido en la final de 2005, en el primer título de esta formación ante el mismo rival de esta vez. Ese contrincante que, dentro de 96 horas, La Dolfina intentará vencer nuevamente para llegar al histórico tricampeonato.
Adolfo Cambiaso (10)
El mejor, el jugador distinto: juega y hace jugar. La carta de triunfo de La Dolfina.
Lucas Monteverde (9)
Entrega y lucha en el medio más un preciso taqueo: un dos con marca y también con gol.
Mariano Aguerre (10)
Una combinación de experiencia, calidad y entrega. Además, muy bien montado.
Bartolomé Castagnola (10)
Un back que defiende, pero que también colabora en ataque. Puro temperamento.
Pablo Mac Donough (9)
Adaptado a su nuevo puesto de delantero, trabaja en el medio y aporta definición.
Gonzalo Pieres (10)
Un 2 que corre toda la cancha a pura velocidad. Representa el vértigo del equipo.
Facundo Pieres (10)
Como conductor, muestra clase personal y distribución de juego colectivo.
Matías Mac Donough (9)
Recibió el alta médica por su caída de anteayer. Otro back que defiende y ataca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario