De roces, caídas y discusiones en el juego se pasó a acusaciones en los palenques: de Ellerstina a Chapaleufú II y de éste a jueces y directivos
Quejas y más quejas. Todas las protestas que hubo en la cancha se extendieron fuera de ella. En los palenques de Ellerstina, contra el rival. En los de Indios Chapaleufú II, contra los jueces y la dirigencia.
Vamos por partes. "Lo de siempre: los partidos con ellos salen así. Al resto de los equipos les pasa lo mismo. Yo me equivoqué en entrar en ésa", dijo Facundo Pieres. Su hermano Gonzalo comentó: "Ellos trataron de sacarnos con put... en voz baja desde el comienzo. Nos decían «amargos» y otras cosas". Pablo Mac Donough siguió en la misma línea: "Algunos partidos te divertís. Otros los jugás para ganar y que se termine rápido y con todos bien..."
El más vehemente fue Matías Mac Donough, que dijo: "Ellos son una vergüenza. Son un asco. Salvo Milo, que es un señor. En la primera jugada me dijeron: ‘con razón te sacan del equipo’. De Ellerstina me voy yo porque quiero. Y contra ellos terminé invicto. Les ganamos siempre. Nunca le ganaron a Ellerstina y nunca le van a ganar. Conmigo perdieron por cinco y con Nero van a perder por 10. Ellos jugaron a cerrar y a provocarnos, pero por suerte los referís se dieron cuenta".
Del otro lado, Alberto Heguy (h.) dio su visión: "Fue muy malo por culpa de los referís. Aburridísimo por la cantidad de fouls, técnicos y amarillas que cobraron. No se puede jugar así. La pregunta es por qué Augusto Gómez Romero, que es el mejor, estuvo sentado afuera en las dos semifinales, y pusieron a dos inventos de referís que no están a la altura de una semifinal. Matías [Mac Donough] me choca, me rompe la rodilla tan mal que se tiene que ir lesionado él; le cobran foul, pero no hay amarilla y nos dan 60. Todo el año nos preparamos para esto, gastamos fortunas y nos ponen a estos dos; en una semifinal del torneo más importante del mundo tienen que dirigir los mejores".
Su hermano Eduardo, después de expresar "nos ganaron bien, jugaron mejor", apuntó al mismo blanco: "Estoy muy caliente con la actuación de los referís, por los fouls y los accidentes que hubo. No midieron con la misma vara. A Matías Mac Donough, por ejemplo, no le pusieron la segunda amarilla porque se perdía la final. Tiene mucha razón Pite [Juan Ignacio Merlos] en lo que dijo en LA NACION: los referís, los dirigentes, la cancha no están a la altura del torneo. En la cancha me acordaba de esa frase de Pite".
Los críticas del back continuaron: "La cancha fue un desastre, un horror, por el miedo que tienen a regarla, y como ellos [por los adversarios] son más virtuosos, nos perjudicó más a nosotros. La verdad es que Frankie Dorignac no nos ha tratado bien a los Heguy cuando fue dirigente". Y remató: "Quedó demostrado que el poder del polo está en Pilar".
* Un golpe feo, de alto riesgo en la caída
Por ahí, en la cancha, en ese momento, no se tomó conciencia de la gravedad del golpe de Matías Mac Donough. Por TV, la imagen es elocuente: la caída es lenta, las peores del polo, ya que el jugador pega en el piso con el efecto de un látigo, sin chances de amortiguar la caída ni de desengancharse antes del impacto. Por suerte, todo terminó bien.
Por C. Beer y X. Prieto
De la Redacción de LA NACION
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