A seis días de adjudicarse la Copa de Plata, el entrenador ganó anteayer el Carlos Pellegrini, con Latency, que no pudo viajar a Dubai.
Ayer gané el Pellegrini y hoy tengo que ir a Palermo porque corro una de perdedores. Me tocó rápido bajar a la tierra y eso es mejor, así uno no se la cree", dice Juan Udaondo, y sonríe con ganas, ya liberado de cualquier tensión que pudiera haberlo acompañado en la tarde mágica de San Isidro.
Faltan minutos para el almuerzo dominical y el entrenador grafica el contraste entre la fecha de anteayer, cuando festejó con Latency en la carrera más importante de América del Sur, y la de ayer en Palermo, donde la responsabilidad era la misma pese a la diferencia de categoría entre una prueba y otra. Acaso por eso señala: "Esta mañana, después de haber cenado hasta tarde con amigos y familiares, cuando me quise acordar ya tenía que arrancar otra vez".
Lo esperaban en el stud al preparador que cerró un año tan genial como había sido 2006. "Fueron dos temporadas muy buenas. Esta tuvo la particularidad de que recibí caballos de Vacación y acompañaron los resultados. Los triunfos de Filarmonía, Urbanizado y Pryka me dieron respaldo", señala, y repasa los nombres de la ganadora de la Copa de Plata y dos invictos que regresarán a la competencia en 2008.
Latency, claro, fue la obra cumbre. Con él ya lleva seis grandes premios ganados, incluidos el Classic de 2005 y el Latinoamericano de 2006. Y posiblemente este Pellegrini sea el éxito menos esperado de ellos, en la carrera más deseada.
"Sabía que iba a correr bien, pero estaban las incógnitas de los 2400 metros y de la largada desde la gatera 20. Además, el caballo pegó corrida sólo trece días después de que se resolvió correrlo acá, porque habían cerrado la frontera en Dubai y no podía viajar. No fue buena la pasada, pero era lógico", explica Juan, y agrega: "Tuve una preocupación menos cuando el peruano [Yabra] que salió adelante estiró al grupo como un chicle".
A medida que la carrera devoraba metros, Latency le gustaba más a Udaondo. "Venía bárbaro y en la recta le sobró", relata, y enseguida subraya "el gesto muy digno de Julio Méndez, por la confianza que tuvo en mí como profesional. No le puse presión para saber si lo iba a montar, pero me dijo que si yo creía que llegaba a la carrera con el caballo, iba a optar por él".
El turno de los forasteros velocistas
Hoy, en Palermo, otra vez serán protagonistas de la carrera principal los caballos con campaña exclusiva en el interior del país. En el clásico Encuentro Provincial (L-1000 m) fueron confirmados dieciséis ejemplares, entre los que sobresalen Vendemar y Galeón de Oro, ganadores en Santa Fe y Rosario, y Losseness, vencedor por siete cuerpos en Río Cuarto.
Por Carlos Delfino
De la Redacción de LA NACION
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