Los de incógnito son 30 y pueden vestir mallas y ojotas. Van por playas y calles. Por: Mariano Roa Clarin
Fuente: PUNTA DEL ESTE. ENVIADO ESPECIAL
En un balneario donde desde siempre se veranea con una grata sensación de seguridad, algunos delitos aislados como atracos menores, hurtos o arrebatos -la gran mayoría sin violencia- se magnifican entre los turistas. Así, en la exclusiva península esteña todo el mundo habla del robo de la temporada: tres ladrones redujeron a un par de empleados de uno de los boliches más exclusivos de Punta, "El Tekila", y se llevaron la cuantiosa recaudación de la fiesta del fin de año.
Previendo la repercusión de este tipo de robos, mucho más si uno de los grandes atractivos que los argentinos destacan de Punta es la protección y tranquilidad, la Jefatura de Policía de Maldonado diseñó para esta temporada un amplio programa de seguridad y patrullaje que incluye, por primera vez, la disposición de unos 30 policías encubiertos en diferentes playas de la península, la Barra, Solanas y en la súper exclusiva zona de José Ignacio.
En diálogo con Clarín, el jefe de la Policía local, Eduardo Martínez Machado, explicó que la decisión de instalar agentes de civil, vistiendo ojotas y mallas, en varios puntos claves de la costa, responde a la intención de detectar a posibles arrebatadores antes de cometer los delitos o actuar si ocurre algún robo.
"Por primera vez, y si bien los índices de inseguridad se mantienen dentro de lo normal, hemos armado un rastrillaje de las playas con policías de incógnito para realizar tareas de prevención y, también, mezclarnos entre los turistas para conocer sus costumbres y la exposición al delito, ya que muchas veces por sentirse confiados a que nada les va ocurrir cometen descuidos como dejar celulares o carteras durante bastante tiempo mientras se meten en el agua", señala Martínez Machado. Y agrega que los agentes encubiertos llevan comunicadores para avisar a otros uniformados si detectan alguna conducta sospechosa.
Además, el operativo de verano también incluye una división de Policía Montada. "Se trata de 16 agentes a caballo que recorren los puntos más calientes, como la zona de casas con parque que quedan sin nadie en horario de playa", agrega Machado. Una curiosidad: una docena de los caballos que integran la división los donaron los propios vecinos y turistas de Punta del Este.
Desde casi dos metros y medio de altura, montado en un hermoCuarto de Milla color café, el agente segundo Homero Pereira resalta la aptitud "inigualable" de los equinos para combatir el delito "Es mucho mejor que cualquier 4x4. En una persecución puedo, en segundos, subir altos médanos o saltar medianeras para introducirme en el parque de las casas", destaca. A su lado, Leonardo Perdomo, con sólo 23 años, asiente a su compañero y agrega que comparado con las bicicletas, móviles o motos, el patrullaje en caballo "es 10 veces más efectivo, sobre todo dentro de la península".
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