La cantante estadounidense Britney Spears, quien fue hospitalizada en la víspera luego de un bochornoso incidente por la tenencia de sus hijos, habría estado bajo los efectos de una sustancia que habitualmente se le administra a los caballos de carrera.
Según informó el diario The Sun, la otrora princesa del pop empezó a tomar clenbuterol -compuesto químico que ayuda a respirar y tonificar los músculos de los caballos de carrera-, con la creencia de que la ayudaría a perder peso.
"Comenzó a tomarla después de que fracasara su matrimonio porque creía que podría recuperar la forma que tenía antes de dar a luz a sus dos hijos", señaló una fuente al tabloide británico.
"Los efectos secundarios de esa substancia son, sin embargo, terribles y hacen que la persona se comporte histéricamente. Si además uno la toma más de seis semanas seguidas, tiene efectos muy dañinos, y es lo que ella ha estado haciendo", sostuvo la misma fuente.
Además de esa sustancia la cantante habría tomado metadona cristal, anfetaminas y éxtasis con abundante cantidad de vodka.
Según reportes de la policía, a las 7 de la noche del último jueves, un empleado de Kevin Federline estaba esperando en las afueras de la mansión de Spears para llevarse a los niños a su casa, cuando la artista le informó que no se los entregaría. Kevin se comunicó con sus abogados, quienes llamaron a la policía.
La artista había recibido la visita de sus hijos en el marco de una orden judicial que otorga a Federline la custodia provisional, con un régimen restrictivo de visitas para la cantante. Los policías intentaron, durante casi tres horas, resolver la situación.
Al final, Spears entregó los niños a las 10:50 de la noche y fue sacada de su casa en una camilla y llevada al hospital Cedars of Sinai.
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