Quisiera hacerme eco de la carta enviada por Araceli Bianchi sobre el maltrato a que son sometidos los caballos en la vía pública por parte de quienes van en carretas levantando cartones y demás. La semana pasada en la esquina de Zeballos y Ayacucho presencié cómo un pobre caballo prácticamente se caía debido al cansancio y al calor de ese día, mientras que quien iba subido a la carreta, junto con una mujer y un nene, le pegaba latigazos continuamente para que el caballo no parara. Sinceramente es increíble cómo las autoridades no frenan esta crueldad que se puede ver en cualquier parte de la ciudad.
Marisol Padilla
marpad@gmail.com
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