Se trata de una gripe contagiosa similar a la que padecen los seres humanos. El estudio es realizado por un becario de la Facultad de Veterinaria. Según explicó a Hoy, en un futuro la misma vacuna podría llegar a utilizarse en el hombre. Trabaja con proteínas que no son propias del virus
A pesar del agobiante calor de enero, y de que las facultades de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) están prácticamente desiertas, algunos centros de investigación de la casa de altos estudios siguen abiertos en verano. Uno de los lugares donde se continúa generando ciencia es en Veterinaria. Allí especialistas de la cátedra de Virología trabajan en la producción de una vacuna contra la influenza equina, una enfermedad que afecta a caballos, asnos y mulas. El objetivo es proteger la salud de estos animales. Aseguran que en un futuro podría estudiarse su utilización en humanos.
La investigación se enmarca en un proyecto de beca de perfeccionamiento otorgada por la UNLP al licenciado en Biotecnología, Guillermo Hernán Sguazza. El joven profesional es egresado de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Ingresó a la cátedra como pasante y, actualmente, se encuentra realizando su tesis de doctorado.
Según explicó el becario a Hoy, la influenza equina es un virus que provoca una gripe que es similar a la que padecen los seres humanos y las aves. “No es una enfermedad mortal, salvo algunos casos. Pero genera muchos gastos económicos para quienes tienen caballos de competición. Cuando el animal tiene fiebre está parado durante una semana”, señaló Sguazza.
Los síntomas que padecen los equinos son similares a los de los humanos. Pueden llegar a tener hasta 41 grados de fiebre. El biotecnólogo mencionó que la influenza equina es altamente contagiosa y es considerada hoy en día como el mayor agente causal de enfermedades respiratorias en todo el mundo. Por eso, destacó la importancia de su investigación.
El objetivo del becario es crear una vacuna a partir de “proteínas recombinantes”. Es decir, con proteínas que no son propiamente del virus. Sguazza explicó que hasta ahora la vacuna se hace a partir del virus y, para ello, se utiliza un método que es “muy engorroso” y tiene costos “muy altos”. Por eso, lo que se está tratando de hacer es “expresar esas proteínas importantes del virus en bacterias o en otros tipos de organismos para facilitar la producción”, afirmó el especialista.
“Ahora lo que se hace es tomar el virus y replicarlo en huevos embrionados. Esto es, inocular huevo por huevo con el virus y a los tres o cuatro días sacar el líquido del huevo y procesarlo, matar al virus y, a partir de ahí, hacer la vacuna”, manifestó.
Agregó que: “El virus tiene proteínas por fuera que son las que el sistema inmune termina reconociendo. Esas proteínas se pueden sacar del organismo original, que es el virus, a través del proceso de replicar huevos embrionados o puede ser que otros organismos más fáciles de manipular, como una bacteria, lo produzca”.
Por eso, el becario indicó que se habla de una proteína recombinante. Porque “se está recombinando el genoma del virus. Se le saca el gen que puso esa proteína y se lo pone a una bacteria que luego se controla cómo crece y cómo produce”.
El profesional indicó que es mucho más económico y fácil manipular una bacteria que produzca la misma proteína del virus, que el virus propiamente dicho. “En este caso ya deja de ser un agente infeccioso porque no es el virus completo, sino sólo una parte”, aseguró.
En nuestro país existen vacunas para la influenza equina, pero no son de fabricación nacional. Al ser importadas sus costos son altos ya que se venden a precio de dólar.
El becario remarcó que los animales necesitan, como mínimo, dos dosis de vacunación por año. Pero pueden precisar más en períodos invernales o cuando el caballo está entrenando para alguna carrera y se ve afectado por la enfermedad.
Las pruebas
Para realizar las pruebas en el laboratorio de la cátedra de Virología las vacunas se inoculan en animales chicos como ratones y cobayos. No se utilizan directamente caballos. “Una vez que se produjo la proteína se la purifica y se la inocula al animal. Después de pasado cierto tiempo ya se puede ver si tiene anticuerpos que puedan llegar a neutralizar el virus”, admitió el profesional.
Sguazza aseguró que los resultados obtenidos hasta ahora son muy alentadores.
Destacó que, analizando la sangre de los ratones se puede llegar a ver si tienen o no anticuerpos que los protejan del virus. “Hasta ahora, aparentemente, sí los tienen”, afirmó el becario de la UNLP a este diario.
Asimismo, resaltó que los mismos desarrollos que pueden desprenderse de estos estudios podrían extrapolarse luego a seres humanos. Señaló que es un modelo animal para una enfermedad de humanos, porque los virus son muy similares entre sí. “Cualquier cosa que se pueda hacer hoy para caballos, el día de mañana también se podría llegar a utilizar en humanos”, remarcó.
En la producción de la vacuna para combatir la influenza equina a partir de proteínas recombinantes, además de Sguazza trabaja su director, el Dr. Marcelo Pecoraro.
En la cátedra de Virología de la Facultad de Veterinaria se desempeñan alrededor de 20 investigadores que trabajan con distintos tipos de virus de importancia veterinaria. Particularmente, de grandes animales como vacas, caballos y cerdos.
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