José Celorio era un hombre entrañable, con una personalidad y apariencia características, que disfrutaba con su trabajo de formar jóvenes jinetes y también, con sus jóvenes caballos. Era, en definitiva, un hombre de caballos que además tenía siempre presente y luchaba por conseguirlo, que los sistemas de formación son esenciales en toda actividad y que la equitación no es una excepción.
Jose Celorio falleció a las 5,30 horas en la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, donde fue instalado el velatorio. El pasado lunes había sufrido una crisis cardíaca y las previsiones médicas presagiaban una estabilidad que hacía suponer una recuperación. Sin embargo, ésta no se produjo y al contrario, llegó un fatal e inesperado desenlace. Descanse en paz.
Testimonios
La crisis del lunes había sido como un susto, como el “típico toque de atención”, para la amazona y vocal de CCE de la Federación Hípica de Madrid, Coby Bolger, quien estuvo al lado de Celorio estos últimos días, pues, por lesión, no pudo competir en los CIC*/CIC2* de Barroca d’Alva (Portugal), donde participaron varios de los alumnos y caballos del propietario de El Viejo Roble.
“Primero fue un buen jinete, y luego uno de los pilares de la hípica y el CCE en España, pues estaba en este mundo desde los 13 años, cuando los caballos aún eran transportados en tren de un sitio a otro”, dijo la también experta en nutrición equina, quien destacó que Celorio se encontraba entre las cinco personas que habían sido elegidas por el Consejo Superior de Deportes para crear los nuevos programas de formación en España.
En el velatorio, Bolger estaba acompañada por el director técnico de CCE de la Real Federación Hípica Española (RFHE), Eduardo Cardo, compañero de Celorio en la comisión de enseñanza de la entidad.
“Para mí era como un hermano. Para el Completo en este país ha sido un puntal. En las épocas más duras, ahí estaba su casa. Para cualquiera que necesitara algo, un caballo, recinto, pero no sólo eso: si alguien necesitaba un favor, ahí estaba siempre José”, explicó Cardo, quien apenas podía contener las lágrimas.
Cardo abundó en la faceta educativa de Celorio, quien no estaba casado ni tenía hijos. “Ha sido un pionero en nuestro país: el 90% de los titulados relacionados con la disciplina que hay en España se formó en su casa. Desde luego, ha sido alguien que ha aportado mucho más que un club o un picadero para la hípica española”, concluyó.
También glosó la figura de Celorio la presidenta de la Federación Hípica de Madrid (FHM), Carmen Travesedo, quien conocía al finado desde la infancia, “hace más de cuarenta años”, desde que empezaron en la Escuela de Estado Mayor de la calle Conde Duque. “Era una persona que a nivel de entendimiento con caballos y enseñanza con caballos era el número uno. Todo lo que ha hecho José en la FHM y en la nacional en formación ha sido irremplazable. Era nuestro vocal, nuestro enlace con la Comunidad, se nos ha ido la persona que más sabía de enseñanza y su reglamentación”, dijo, y agregó: “Era una gran persona y una muy buena persona. Los caballos eran su vida y nos lo supo transmitir a todos”.
A la hora de recordar a Celorio, la emoción embargó igualmente a Cristina Sendagorta, madre de amazonas, entre ellas María Pinedo, de 21 años, quien fue cuarta en el CIC* de Barroca d’Alva. “María no fue alumna de José, pero empezó en su club a montar con ponis y a hacer CCE, cuando tenía siete años. Iba a El Viejo Roble a los concursos y a entrenarse, porque sus puertas siempre estaban abiertas. Era el alma del CCE en España, el que más ha trabajado por el Completo, y todos los aficionados a esta disciplina en nuestro país tienen que agradecerle muchísimo”, afirmó.
María de Uriarte, juez internacional de Salto de Obstáculos, recibió la triste noticia del fallecimiento durante la última jornada del CSN* de la Alameda del Pardo. “Me sentía incapaz de digerir lo que me acababan de decir: ayer mismo [por el sábado] estuve hablando con él por teléfono, y le encontré optimista y con ganas de que le dieran el alta e irse a su casa. Me he quedado en el concurso hasta el final; la mejor manera de rendir homenaje a un hombre de caballos es estar dónde él más a gusto se encontraba: entre caballos”, dijo.
“Me lo estoy imaginando en el cielo, organizando un club, con su recorrido de Completo, lleno de grandes troncos, leñeras, caídas al agua, pianos... y poniendo a trabajar a todos sus amigos que por allí se encuentran, como hacía en El Viejo Roble. No le faltarán alumnos para decirles a voz en cuello ‘que montan menos que un pollo de perdiz’ o para repetirles veinte veces dónde se encuentra el navicular y la forma que tiene. Allí probablemente estará también su querido ‘Quirion Prince’, con el que tantas pruebas ganó”, agregó Uriarte, a quien Celorio ha dejado un “recuerdo imborrable de amigo, maestro y hombre de caballos”.
José Celorio será incinerado esta mañana en el cementerio de La Almudena y sus cenizas serán esparcidas mañana en las instalaciones de su club. La semana que viene habrá un funeral.
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