El yacimiento de cueva de Ekain, en territorio de Deba pero cercano al caserío Sastarrain de Zestoa, fue descubierto en 1969 por dos azpeitiarras, Andoni Albizuri y Rafael Rezabal, miembros del grupo cultural Antxieta de esa localidad. En aquella época estaban prospectando sistemáticamente todo el macizo de Izarraitz, en colaboración con la sociedad Aranzadi.
Habían llegado hasta allí guiados por la etxekoandre del caserío Sastarrain. Se trataba de un pequeño covacho de 13 metros de largo por dos de ancho, y observaron un pequeño hueco taponado por pedruscos. Al retirarlos, vieron que de allí salía aire frío. Siguieron adelante, reptando, luego se pudieron poner de pie, hasta que Rezabal se topó con un panel repleto de imágenes de caballos. Albizuri murió a los pocos años, Rezabal nunca ha vuelto a entrar en la cueva; quiere conservar intacta aquella escena.
El animal más presente en Ekain es el caballo, y esas imágenes son también las que muestran un nivel artístico fuera de lo común. También hay pinturas de ciervos, cabras monteses y un salmón.
El edificio de Ekainberri, que acogerá la réplica de las pinturas, estará en funcionamiento este otoño, tras varios retrasos. La réplica ha sido elaborada por el frances Renaud Sanson, el mismo que hizo ese trabajo en Lascau
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