La Segunda - Chile
La soberana, casada con el Primer Ministro de Emiratos Arabes, la cuarta mayor fortuna del planeta (US$16 mil millones), entregará el premio al campeón del mundo en el Club de Polo San Cristóbal.
Por Juan Pablo Baquedano
El Mundial Ecuestre de Salto que se disputa por estos días en el Club de Polo San Cristóbal tiene una doble distinción: es la primera versión que se realiza en Sudamérica, y segundo, recibirá la visita de la princesa Haya Bint Al Hussein, casada con el Sheikh Mohammad Bin Rashid al Maktoum, vicepresidente y Primer Ministro de los Emiratos Arabes. Claro que su arribo lo hará, según su expresa petición, en calidad de presidenta de la Federación Ecuestre Internacional.
La presencia de la alteza real en Chile se espera para mañana y su tarea será entregar la copa de campeón al jinete que gane el Mundial. Un honor por el que se encuentran luchando 20 experimentados deportistas de todo el mundo, entre ellos dos chilenos.
Humanitaria y equitadora
La princesa Haya (35 años) es hija del fallecido rey Hussein Bin Talal de Jordania y de SM la reina Alia Al Hussein. La fortuna que comparte con su marido asciende a los US$ 16 mil millones, la cuarta más alta del mundo.
Es conocida por su gran dedicación humanitaria a través de diversas organizaciones internacionales en temas como la salud, juventud, educación y deporte. El rey Abdullah Bin Al Hussein II de Jordania la condecoró con el Gran Cordón de Al Nahda, por su destaca labor de ayuda tanto en Jordania como en el mundo. Esta es la más alta distinción en el Reino Hachemita de Jordania.
Asimismo, en 2007 se transformó en la primera mujer árabe en servir en tareas humanitarias para las Naciones Unidas como embajadora de buena voluntad, en el Programa Mundial de Alimentos entre los años 2005 y 2007. Su nombramiento fue apoyado por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Pero la princesa también es una reconocida equitadora. Ya a los 13 años se transformó en la primera mujer árabe en competir en torneos ecuestres internacionales, y en 1992, con 18 años, ganó bronce en los Juegos Ecuestres Arabes. Al mismo tiempo fue pionera en su país en competir en esta disciplina en los Juegos Olímpicos. Participó en Sydney 2000 y en el Mundial de Jerez, España, 2002 en la modalidad salto. En 2007, fue nombrada miembro de Comité Olímpico Internacional, cuando ya llevaba un año como presidenta de la Federación Ecuestre internacional, cargo que ocupará hasta 2010.
La soberana se graduó del St. Hilda's College, Oxford University con un Grado de Honor BA MA, en política, filosofía y economía.
Su vínculo con Chile
La historia de cómo fue que se logró que la princesa decidiera venir a Chile para estar en la final del Mundial de Salto Ecuestre la sabe de primera mano Rosario Santander, directora de Federación Ecuestre de Chile, porque precisamente ella fue quien la invitó.
"En enero nació la hija de la princesa y ella mandó a todas las federaciones del mundo una ramita de olivo diciendo que el nacimiento de su hija era un símbolo de paz. Fue muy emocionante y, por lo mismo, le mandé un mail diciéndole que cómo sé que tiene que estar en la asamblea general de Buenos Aires el 17 de noviembre, por qué no saltaba los Andes y venía a Chile. Ella respondió que sí".
En todo caso, Chile no es un lugar desconocido para la princesa, ya que de hecho es dueña de una yegua nacional que le regaló su marido: «Cocoa Beach». "El jeque le dio a elegir una yegua entre varias de diversos países. Acá tienen representantes y le gustó esa, que hoy está corriendo en Estados Unidos", contó Rosario Santander.
Sobre su arribo al país, la directiva comentó que "ella nos pidió que mantuviéramos su perfil como presidenta de la federación, y a lo más, realizará una visita de beneficencia, pero es muy quitada de bulla".
"Sería un honor que ella me entregara la Copa de campeón"
Para este Mundial Chile presenta a dos créditos, Juan Arévalo, del Club de Equitación La Reina y el capitán de Ejército Alfonso Anguita. Ambos, más otros 18 jinetes de todo el mundo, intentarán llegar a la final de domingo, instancia en la que cuatro competidores tendrán que realizar el trazado en cada uno de los caballos rivales.
Para el capitán Anguita (salta en la Escuela de Caballería Brindada de Quillota), "sería un honor que la princesa me entregara la Copa. Es una especie de tradición que alguien de la realeza presida la federación internacional. Trataremos de llegar al domingo para conocerla".
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