Tommy Lee Jones entre el cine y los caballos

ElLitoral.com - Santa Fe,Santa Fe,Argentina

Roberto Maurer (Enviado especial)

Por lo común, en cada edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde anteayer amaneció lluvioso, existe un invitado estrella mundial que es seleccionado si reúne algunas condiciones que a veces son difícilmente conciliables: seriedad artística y un cartel de famoso que no transmita sensaciones frívolas. Tommy Lee Jones está entre nosotros y con él se inauguró un ciclo de encuentros con personalidades en el Auditorio (acá le dicen Auditórium, aunque nadie habla en latín) abierto al público, que concurrió masivamente a la enorme sala. 

Salvo un puñado de intervenciones de espectadores, al final, Tommy Lee Jones respondió a preguntas de José Martínez Suárez, a su lado: ésa fue la lograda estructura de un bien ordenado encuentro. El presidente del festival es un asunto aparte. Martínez Suárez se aparece en cualquier lado con desparpajo y un histrionismo que suele ser festejado.

ÄNo me diga señor, llámeme José.

ÄOk, José -responde el visitante, que usó el inglés, aunque habla bastante bien el castellano-. Mi español es perfecto cuando estoy practicando con vacas y caballos -se excusó, bromeando, con su voz grave.
SU éNICA PELÍCULA

Previamente se había exhibido "Los tres entierros de Melquíades Estrada", un western testimonial-revisionista que ya había sido visto en una paralela del festival en 2006 y que el América luego programó en Santa Fe. Fue director, guionista, actor y productor del film y sobre esa cuádruple tarea se dialogó, exclusivamente. Las preguntas de Martínez Suárez fueron especializadas y obtuvo respuestas muy reflexivas. Martínez Suárez mantuvo un aire de viejo profesor. Cuando Jones manifestó que había reescrito 19 veces el guión, el anfitrión se dirigió al público con un mensaje a la juventud: "Estudiantes, ¿escucharon eso? Hay chicos que lo escriben una vez y lo presentan al Instituto".

El visitante, inclusive, explicó los motivos del fracaso comercial de su film. No se habló de su carrera de actor, ni de cuántos matrimonios carga en sus espaldas, y recién se tocaron temas desvinculados de su película cuando surgieron las preguntas del público, como su pasión por los caballos, el polo y sus viajes a la Argentina. Tiene una propiedad cerca de Lobos, a la que llamó "base de operaciones", aunque mayores detalles pueden ser proporcionados por nuestro compañero de tareas Rómulo Crespo, unido al gran actor de Hollywood por una relación entre familiar y profesional.

Cuando comenzaron a preguntarle si le gustaba el tango, había llegado la hora de irse.