El santiagueño Sarky fue una aplanadora
Los santiagueños vienen con muy buenos caballos. Y tienen cuidadores de la categoría coo Francisco Muratore (Panchi) que los pone hecho un cuadro. Al óleo se decìa en una época.
Se trata de un entrenador clásico, de muy buen profesionalismo que aporta al espectáculo.
Hace siete días se llevó el clásico Irineo Leguisamo con Saint George por seis cuerpos y esta vez trajo al porteño Sarky para los 1.400 metros del Especila Eduardo Dip, con el dejó a 10 cuerpos a sus rivales.
Sarky fue confiado al jockey salteño Héctor Arias, que lo trajo en los puestos delanteros por afuera y pasó sin lucha quebrando la resistencia nada menso que de Ríomar, el mejor velz del Norte del país y de Faroleando que de atroeppaledad sae ubicó segundo.
Por los palos intentó entrar Pluminche pero los de afuera cargaron sobre las tyablas y Basualdo debió tener para no pialarrse en sus adversarios.
A todo esto, Corso ufe sufrio el apriete de los de afuerta y quedó totalmente desconectado y acusando una lesión en uno de uss reos delanteros perdiendo toda su chance.
Por ésta acción, que fue peligrosa, pero no favoreció la vioctoria de Sarky (19 cuerpos), el comisariato multó a Arias en $ 50.- para que en el futuro ponga más atención.
La arrolladora perfermance de Sarky, lo pone ahora en el el tope del ranking de los mediofondistasa, con todo derecho a tirarse un lindo lance a fin de mes en el Clásico Carlos Pellegrini sonre 2.000 metros.
Concurrido homenaje a Eduardo Dip en el Museo de Turf, con profundos agradecimientos de sus familiares
(Por L.M.) Don Eduardo era uno de los propietarios más queridos del hipódromo. por las treinta años su mesa de la confitería oficial fue un intenso ir y venir de amigos, entrenadores, jockeys, criadores de caballos y de invitados forasteros.
Era un hombre de club. Presidente de la Sociedad Sirio Libenesa y le gustaba vivir la visa vertiginosamente. Lleno de obligaciones comerciales e industriales, principalmente la azucarera y la construcción.
Pero su cable a tierra fueron siempre las carreras de caballos. Los adoraba como a hijos y no los hacia correr si no estaban sanos y diez puntos. Su único cuidador era Rodolfo Lancelotte.
Ganaron todos los clásicos del calendario, desde el Batalla hasta el Jockey Club, la Pollas y el Pellegrini. Su yegua Belmagia ganó cinco en Palermo. le gustaba costear los gastos de su amigos, el Nª1 Eduardo Jara, que vino varias veces por su amistad. Era como hacer que Jorge Ricardo deje todos los compromisos y venta a Tucumán.
Fue muy emotivo el homenaje que le hizo ayer el hipódromo, agradecido por su hija Susana Alejandra Dip y sus hijos, que también donaron trofeos para el propietario, cuidador y jockey del ganador Sarky.
Asistieron miembros de la Comisión de Carreras, de la Caja Popular, y los mejores amigos de Eduardo, entre ellos don Renato Bellagama.
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