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Está internado en el 4 de Junio
En contacto con Radio Atlántica, la madre del menor, Mirta Brizuela, reveló que su hijo se infectó al tomar contacto con jeringas que son usadas y tiradas en un predio hípico ubicado en terrenos del Club Democrático Español de Sáenz Peña.
predio hípico ubicado en terrenos del Club Democrático Español de Sáenz Peña.
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Desde el área de Pediatría del Hospital, Brizuela relató la triste experiencia que padece uno de sus nueve hijos y toda la familia.
El niño, Alan Medina de 8 años, una semana atrás se encontraba jugando - en horas de la siesta y a metros de su domicilio - en terrenos pertenecientes al Centro Democrático Español, cuando se clavó una de las agujas de las jeringas que son usadas en los equinos que disputan las carreras en un terreno que hace las veces de hipódromo para los festivales hípicos de fines de semana.
La madre del pequeño Alan, al constatar con el hermanito mayor la herida sufrida, fue hasta el lugar donde jugaba su hijo y pudo observar una gran cantidad de jeringas usadas desparramadas en el suelo “sin el capuchó que las cubre y con sangre de los caballos”, dijo la mujer.
Lo que hace presumir que los animales reciben aplicaciones de estimulantes vía intramuscular y de allí el origen de la cantidad llamativa de jeringas esparcidas en el terreno.
Mirta Brizuela agregó que a su hijito “a pocas horas del accidente, se le hinchó muchísimo la mano y el brazo y entonces lo trajo urgente al Hospital, donde luego de hacerle los estudios me comunicaron que la infección que tiene es grave. El tenía mucha fiebre y vómitos y el domingo fue operado y le sacaron parte de la infección de la mano; pero tiene muy fea la herida”.
Además, Brizuela fue advertida por los facultativos que el estado de salud de Alan podría agravarse de verse comprometidos el corazón y los pulmones.
Al borde del llanto, la mujer reveló que su marida habló con el organizador de las carreras “que no sé como se llama. El nos prometió que se iba hacer cargo de todo, pero no lo pudimos encontrar más. Dicen que anda de viaje, pero esa ayuda quedó en nada”. Indicando que debe gastar mucho en medicamentos, lo que complica la situación del resto de su familia que está residiendo a varios kilómetros del caso urbano de Sáenz Peña.
“Alguien tiene que hacerse cargo de esto”, insistió Mirta Brizuela; sosteniendo que los médicos y el personal del Hospital le han brindado, en todo momento, la mejor de las atenciones.
Por último, la mujer indicó que “una vez le dije al encargado de las carreras que las jeringas usadas las queme o junte en una bolsa para tirarlas a la basura, pero nunca me hicieron caso. Sé que hay vecinos a los que les puede pasar lo mismo, pero esta vez me tocó a mí”, denunció.
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