Celebración del Día del Caballista ayer
Tope colmó capital de galopes, relinchos, gritos, piropos y risas
2.400 caballistas registrados y otros cientos participaron sin pagar inscripción
Miles de personas vieron desfile desde las aceras sin quejas sobre seguridad
Miles de caballos y jinetes tomaron ayer cuatro kilómetros de calles capitalinas para ser protagonistas del tope, en la celebración del Día del Caballista Nacional.
A ritmo de relinchos y galopes, las bestias y sus jinetes provocaron aplausos y gritos entre los miles de espectadores.
El público admiró la belleza de los caballos españoles o el trote del caballo de paso. También disfrutó de la estampa del caballo peruano o gozó con alguno que otro “salchichón”.
Una de las espectadoras fue Ángela Mena, vecina de Tres Ríos, La Unión. “Tenía algunos años de no venir, pero está muy lindo”.
El tope arrancó puntual. A la 1 p. m. salió de La Sabana, para recorrer el Paseo Colón, la avenida segunda y el Paseo de los Estudiantes, y terminar en plaza González Víquez.
A la cabeza y en una volanta iba el dedicado: Lorenzo Lencho Salazar, acompañado por la señorita San José, Natalia Álvarez.
Detrás iba un espectáculo de vaqueritas (pero en enaguas muy cortas) en una especie de carroza, lo que atrajo las miradas de los hombres y provocó atrevidos piropos.
Un poco más atrás seguían los miles de caballistas, la mayoría hablando entre ellos, otros haciendo piruetas que incluían bailar sobre la silla de monta.
Johnny Araya Monge, alcalde de San José, indicó que 2.400 jinetes se inscribieron, es decir, el doble que el año anterior.
No obstante, al menos otros 2.000 participaron sin pagar la cuota de ¢8.000 que será donada al Hospicio de Huérfanos de San José y a obras comunales en barrios pobres de San José.
Freno al galope. No todo el tope fue ordenado pues el exceso de caballos provocó aglomeraciones que impedían al público observar a todos los participantes.
Una mujer quien observaba el evento lo resumió así: “Esto es un molote de caballos”.
Entre los participantes se mezclaron personas con mucha experiencia y otros jinetes inexpertos que alquilaron caballos para participar en el tope, con precios entre ¢30.000 y ¢100.000.
Lo que resultó muy evidente fue el consumo de licor, tanto entre los jinetes como entre el público. Incluso, alrededor de las 3 p. m. ya algunos estaban “bien picados”.
Otros que disfrutaron mucho el tope fueron los turistas, quienes no se cansaron de hacer fotos. Ese es el caso de Mimi Curtin, de San Diego, California, Estados Unidos.
El público vivió el tope con seguridad, pues la Policía Municipal reportó que no hubo denuncias por asaltos o hurtos, ni heridos entre los espectadores.
En cuanto a caballistas, hubo algunos pocos golpeados porque se cayeron del animal o porque otro los golpeó. La Policía sí reportó que algunas personas ebrias intentaron provocar desorden con gritos, pero fueron retirados del lugar.
El tope transcurrió entre gritos de alegría, piropos, bailes de los espectadores y consumo de licor.
El Tope Nacional de ayer tuvo la participación de 2.400 caballistas que se inscribieron para participar, es decir, casi el doble que el año anterior, según el alcalde de San José, Johnny Araya Monge.
De los inscritos, más de 700 lo hicieron antes del 18 de diciembre a través de Internet, en la página del Banco de Costa Rica (BCR). Ellos pagaron ¢6.000.
El resto lo hicieron ayer mismo, pero tuvieron que pagar ¢8.000.
Según el alcalde Araya, el dinero recaudado pasa a ser parte de las ganancias que generan las fiestas de San José que se realizan en Zapote.
La ganancia total se dividirá en dos partes iguales, una destinada al Hospicio de Huérfanos de San José y otra a obras comunales en barrios pobres de la capital.
“Creo que más personas se inscribieron por la campaña de divulgación que se hizo y porque hubo más cajas del BCR antes del tope”, dijo Araya.
El Alcalde explicó que no hay premios por participar en el tope nacional pues ni siquiera tienen un jurado porque sería muy difícil evaluar a los participantes debido a la gran cantidad de jinetes.
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