El Caballo se reinventa a través del diseño

elcorrero de andalucia

La vocación exportadora de El Caballo viene de lejos. La firma sevillana vende sus productos en los mercados internacionales desde la década de los ochenta, una tendencia que se ha ampliado a raíz del cambio total “sin perder la esencia” que ha experimentado la empresa en los últimos años. China es uno de sus objetivos.

El fin del último plan estratégico de esta empresa centenaria es convertirse en una firma de moda de referencia mundial, una imagen muy alejada de lo que comenzó siendo, una tienda dedicada a elaborar aperos de labranza, sillas de montar y botas. Las miras están puestas ahora en China. “Al principio de nuestra experiencia exportadora, nos centramos en vender fuera productos relacionados con la marroquinería y los bolsos, ya que en España la producción era de mucha calidad y más barata que la de otros países como Japón, donde vendíamos el producto”, señala el director general de la firma, José Rodríguez.

Pero llegó el declive después de 1992, lo que llevó a El Caballo a plantear una nueva estrategia: abarcar otros planos de la moda. A partir de ahí, la firma ganó peso en el mercado nacional, al abrir unas 30 tiendas. Poco después vendrían las aperturas en el extranjero. En la actualidad, El Caballo cuenta con tiendas en Portugal, México y Panamá.

Con 2005 empieza la renovación total de la firma sevillana. Pone en marcha un nuevo plan estratégico, “donde se busca dar la vuelta al producto, transformarlo, aunque sin perder la esencia de la marca, además de darle un nuevo aire a nuestras tiendas”, indica Rodríguez. Es entonces cuando entra en el capital de la empresa un nuevo grupo financiero –Lladró Salas– y un nuevo director creativo, Nicolas Vaudelet, que ha trabajado en firmas de reconocido prestigio internacional como Lacroix, Jean-Paul Gaultier o Dior. Precisamente la compañía ha dirigido su negocio hacia el valor añadido del diseño gracias a estas apuestas que ayudan a su posicionamiento y reconocimiento en el mercado internacional.

La última apertura de El Caballo en el exterior tuvo lugar hace seis meses en México. Las miras de la firma están puestas en seguir creciendo en Latinoamérica, volver con fuerza a Japón y probar en el mercado chino. “El Caballo está tomando prestigio internacional gracias también a su participación en Cibeles”, añade.

En estos momentos, factura el 12% de su negocio en el extranjero, aunque espera crecer exponencialmente gracias a la internacionalización y lograr que este porcentaje supere el 50%, “aunque no me gusta hacer previsiones de este tipo”, subraya.

Otro de sus fines está en los países de “Oriente Medio y los países emergentes de Europa, como Grecia y Rusia, también nos interesan”. Para Rodríguez, es fundamental investigar los mejores mecanismos para abordar los distintos mercados. “En algunos podremos asentarnos a través de la fórmula de franquicias y en otros a través de showrooms (salón de exposición)”, precisa.