Centenares de personas participan en la popular entrada de Cheste
Los jinetes guían a los astados por la calle Chiva en la entrada de toros y caballos de Cheste.
La calle Chiva de Cheste lució ayer sus mejores galas. Los balcones estaban llenos y en las aceras y calzada no había espacio para nada más, bueno sí, el suficiente para que pasaran los caballos y toros en la tradicional entrada taurina de la localidad.
Este evento, que se celebra en plenas fiestas de julio, se remonta hasta principios de siglo y se puede comparar con la más conocida de la Comunitat Valenciana que tiene lugar cada año en la localidad castellonense de Segorbe. En el municipio valenciano, los corceles y astados se abren paso entre la gente que les rodea.
Las dos entradas de toros y caballos tienen varias diferencias que, a la vez, las caracterizan. En el caso de Cheste el recorrido que realizan jinetes y astados es de unos 600 metros, esto es, el que une el comienzo de la citada calle Chiva hasta los toriles situados en la plaza.
Otra de las peculiaridades que dotan al festejo taurino chestano de luz propia es que tanto las reses como los corceles circulan por asfalto, a diferencia de otras como la de Segorbe en la que el trayecto se realiza completamente sobre arena.
Esta situación obligó a los jinetes de la localidad a tener que adaptarse a las circunstancias. Así, los caballos fueron ataviados con herraduras de goma para que sus patas sufrieran lo menos posible debido a su rápida carrera sobre el asfalto.
Pero si hay una característica que marca el poco más de medio kilómetro que recorren astados y caballos esta es la brutal curva de 90 grados que deben de afrontar antes de entrar al recinto taurino.
Este es el único tramo de todo el trayecto en el que los organizadores de los festejos taurinos colocan arena debido a que al ser la curva tan cerrada existe un serio riesgo de que tanto reses como corceles puedan caerse al girar tan bruscamente y de repente.
Además, este punto del itinerario de la entrada es también el más emocionante puesto que, a todas las circunstancias ya citadas, se une que es muy estrecho y apenas pueden pasar a la vez las reses y los caballos.
El tránsito de animales y jinetes provoca los aplausos de los cientos de espectadores que se agolpan, especialmente en los balcones de la calle.
La Asociación de Caballistas de Cheste y la Peña Taurina, unido al apoyo institucional, hacen posible un evento de estas características que es muy conocido ya en toda España. De hecho, el municipio valenciano ha sido el punto de encuentro con otras agrupaciones de caballistas de la geografía nacional que han vivido este momento. Entre ellas se encuentran las de Medina del Campo, Soria o Segorbe.
La entrada de toros y caballos que tuvo lugar ayer en Cheste volvió a ser espectacular. Los jinetes, subidos en sus monturas, guiaron firmemente a las reses hasta los toriles, provocando el clamor de los vecinos y turistas que asistieron al evento taurino. Nuevamente el giro hacia la plaza de toros fue el punto más emocionante pero que tanto astados como caballos superaron igual que todos los años.
La mañana de ayer fue muy emocionante para todos los chestanos y turistas que visitaban el municipio. Antes de la entrada de astados y caballos se celebró, por primera vez en el municipio, el toro de cuerda. Cientos de personas disfrutaron con este tradicional evento taurino que hasta ahora nunca se había celebrado en el municipio.
Este evento, que se celebra en plenas fiestas de julio, se remonta hasta principios de siglo y se puede comparar con la más conocida de la Comunitat Valenciana que tiene lugar cada año en la localidad castellonense de Segorbe. En el municipio valenciano, los corceles y astados se abren paso entre la gente que les rodea.
Las dos entradas de toros y caballos tienen varias diferencias que, a la vez, las caracterizan. En el caso de Cheste el recorrido que realizan jinetes y astados es de unos 600 metros, esto es, el que une el comienzo de la citada calle Chiva hasta los toriles situados en la plaza.
Otra de las peculiaridades que dotan al festejo taurino chestano de luz propia es que tanto las reses como los corceles circulan por asfalto, a diferencia de otras como la de Segorbe en la que el trayecto se realiza completamente sobre arena.
Esta situación obligó a los jinetes de la localidad a tener que adaptarse a las circunstancias. Así, los caballos fueron ataviados con herraduras de goma para que sus patas sufrieran lo menos posible debido a su rápida carrera sobre el asfalto.
Pero si hay una característica que marca el poco más de medio kilómetro que recorren astados y caballos esta es la brutal curva de 90 grados que deben de afrontar antes de entrar al recinto taurino.
Este es el único tramo de todo el trayecto en el que los organizadores de los festejos taurinos colocan arena debido a que al ser la curva tan cerrada existe un serio riesgo de que tanto reses como corceles puedan caerse al girar tan bruscamente y de repente.
Además, este punto del itinerario de la entrada es también el más emocionante puesto que, a todas las circunstancias ya citadas, se une que es muy estrecho y apenas pueden pasar a la vez las reses y los caballos.
El tránsito de animales y jinetes provoca los aplausos de los cientos de espectadores que se agolpan, especialmente en los balcones de la calle.
La Asociación de Caballistas de Cheste y la Peña Taurina, unido al apoyo institucional, hacen posible un evento de estas características que es muy conocido ya en toda España. De hecho, el municipio valenciano ha sido el punto de encuentro con otras agrupaciones de caballistas de la geografía nacional que han vivido este momento. Entre ellas se encuentran las de Medina del Campo, Soria o Segorbe.
La entrada de toros y caballos que tuvo lugar ayer en Cheste volvió a ser espectacular. Los jinetes, subidos en sus monturas, guiaron firmemente a las reses hasta los toriles, provocando el clamor de los vecinos y turistas que asistieron al evento taurino. Nuevamente el giro hacia la plaza de toros fue el punto más emocionante pero que tanto astados como caballos superaron igual que todos los años.
La mañana de ayer fue muy emocionante para todos los chestanos y turistas que visitaban el municipio. Antes de la entrada de astados y caballos se celebró, por primera vez en el municipio, el toro de cuerda. Cientos de personas disfrutaron con este tradicional evento taurino que hasta ahora nunca se había celebrado en el municipio.
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