Comuneros y dueños de ganado confían en que en los próximos meses haya novedades sobre el proyecto
Medio Rural anunció hace un año un plan piloto para controlar los animales, pero aún no lo puso en marcha
A principios del verano pasado, el conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, pasó un día de trabajo en la comarca. Fue una jornada con apretada agenda, donde visitó reforestaciones y se reunió aquí y allá con comuneros y dueños de reses salvajes. Precisamente, de esos encuentros salió un gran titular de prensa. El nacionalista Suárez Canal anunció por todo lo alto que su departamento había elegido a la sierra de Barbanza para poner en marcha un plan experimental de identificación de caballos salvajes. El problema es que, aunque se dijo que en septiembre del 2007 ese proyecto echaría a andar, casi ha pasado un año y sigue sobre el papel.
¿Qué ha pasado? Desde la consellería hablan de que dieron pasos para cumplir lo prometido, pero que se encontraron con dificultades. Para empezar, explican que se decidió que, antes de instalar los sistemas de identificación, era necesario aprobar un decreto para regular la situación del ganado. Y, dado que esa norma todavía no se aprobó, los trámites se fueron demorando.
Microchips comprados
Aún así, ahora las cosas parecen haber tomado un rumbo distinto. Según explicaron, se optó por seguir adelante con el plan experimental para identificar los equinos salvajes y ya están comprados los microchips necesarios -al principio, se había hablado de que se probaría si funcionaban mejor estos aparatos, los crotales o incluso pulseras en las patas de los animales-. Asimismo, y siempre según los datos del gabinete de Suárez Canal, se está a la espera de que las comunidades den las pertinentes autorizaciones para instalar los aparatos identificativos.
¿Qué opinan los comuneros y dueños del ganado de la comarca? Hay para todos los gustos. Aunque todos indican que esperan la llegada de los microchips como agua de mayo, algunos justifican el retraso de la Xunta y otros se muestran mucho más críticos al respecto. En algunos casos, como el de la mancomunidad de montes en mano común Serra do Barbanza -que agrupa a un total de trece colectivos - prevén tratar la autorización a la consellería para instalar los microchips a sus caballos en la próxima asamblea que celebren. Es decir, a pesar de la demora de la Xunta, dejan la puerta abierta a la esperanza.
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