La Nación Ganadera Norte 2008
De la mano del avance de la ganadería, los caballos criollos vuelven al Norte para reforzar los planteles locales y ayudar en las tareas de campo. Un total de 24 padrillos de cabañas principalmente de provincia de Buenos Aires participaron este viernes de la jura y este sábado saldrán todos a la venta.
Un total de 24 padrillos de cabañas principalmente de provincia de Buenos Aires participaron este viernes de la jura y el sábado saldrán todos a la venta. “Básicamente se van a comprar para mestizar, para trabajar sobre yeguas regionales, mejorando un producto que se necesita en el Chaco como zona ganadera, que es el caballo de trabajo”, expresó el presidente de la Asociación, Carlos Dowdall, quien desde el año pasado comanda la patriada.
El desafío de volver a tener presencia en exposiciones del Norte es el de volver a un lugar perdido hace dos décadas, consecuencia de la aparición de la anemia infecciosa que diezmó el rodeo equino. “Se frenó la compra de reproductores por el riesgo de muerte; hubo un impasse de muchos años. Ahora la anemia no desapareció pero tiene una virulencia mucho menor y la gente se anima a volver a repoblar”, comentó Dowdall.
Según el presidente de la raza, el Criollo “puede agregar un factor de rusticidad a una zona que lo necesita porque agrega capacidad y estructura sobre las yeguas, así como adaptación al medio sin importar la condición climática. Por eso creemos que tienen gran futuro en la región”.
La expectativa de la Asociación y de los criadores respecto del norte del país viene dada “en que ha venido más hacienda vacuna, con el movimiento de la frontera ganadera, que a su vez va a provocar una mayor demanda de equinos. Y esta es una zona en las que se necesita un caballo rústico, de buena adaptación al medio”, indicó Raúl Etchebehere, propietario del Gran Campeón en la jura que se realizó en La Nación Ganadera de Margarita Belén.
Campeones
El jurado Alejo Matho Garat eligió Gran Campéon Macho Criollo al lote 9 “Maneador Baturro”, de cabaña San Gabriel, de Arroyo Los Huesos (Tandil, Buenos Aires), propiedad de Etchebehere, quien lo describió como “un gateado muy elegante, largo, de muy buenos aplomos, buen hueso, muy dócil y muy buena boca; el padre fue Tercer Mejor Padrillo de Palermo y la madre Prime Premio y Campeona en Azul”.
El Reservado Gran Campéon Macho fue “Laques Estribo” de cabaña El Chusco de Guillermo Koning, de Alberti (Buenos Aires). Los premios a las hembras fueron para “Ñi última cuota” de cabaña El Mojinete, de Carlos Dowdall y la Reservado “Patrón Viejo Fogonera” de cabaña el Remanso de Marcelo Gastambide.
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