Vida a lomos de caballo
Los promotores de la cooperativa de carne de equino resaltan que la actividad supone una alternativa para evitar la despoblación total de los pueblos de la montaña leonesa
La asociación de criadores de Hispano Bretón agrupa a cerca de cuatrocientos productores. La actividad económica en torno a esta raza equina presenta novedades que pueden acabar por incentivar a los jóvenes a probar con este tipo de alternativa. «Es definitiva para la zona», alerta Raquel Familiar, que destaca las bondades del hispano bretón, para la tierra y para el paladar. «Porque estos caballos son un agente medioambiental imprescindible, alternativas para la sostenibilidad de los montes y la ganadería y además una garantía de calidad en la carne, porque no hace falta recordarle a nadie las características saludables del caballo, raramente aquejado por enfermedades». Desde la gerencia de la cooperativa Eurocai se remarca otro valor intrínseco a la carne del hispano: «Sin colesterol y con propiedades saludables», recuerda Raquel familiar en torno a las propiedades saludables de las canales de trescientos kilos que ponen los potros a término.
El resto de la promoción se le asigna al valor culinario. «Ya hemos hecho alguna introducción en este ámbito, en una promoción en una programa de cocina de Televisión Española, con intención de difundir este tipo de carne».
Del éxito de la cría y rentabilidad del hispano bretón depende otro factor social, de un calado más profundo que los anteriores: «En la cooperativa estamos convencidos de que se ha convertido en la última oportunidad para fijar población en el entorno rural y más tal y como está la ganadería tradicional de estas montañas», relata Raquel Familiar con ciertas dosis de esperanza por el interés que ven entre los jóvenes por probar en la actividad.
El resto de la promoción se le asigna al valor culinario. «Ya hemos hecho alguna introducción en este ámbito, en una promoción en una programa de cocina de Televisión Española, con intención de difundir este tipo de carne».
Del éxito de la cría y rentabilidad del hispano bretón depende otro factor social, de un calado más profundo que los anteriores: «En la cooperativa estamos convencidos de que se ha convertido en la última oportunidad para fijar población en el entorno rural y más tal y como está la ganadería tradicional de estas montañas», relata Raquel Familiar con ciertas dosis de esperanza por el interés que ven entre los jóvenes por probar en la actividad.
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