Body Soguero batió a Eyeofthetiger por tres cuerpos, luego de enseñar el camino desde la partida y manejar el desarrollo con comodidad
Por Carlos Delfino
De la Redacción de LA NACION
Se deben de estar lamentando los que no fueron ayer a Palermo y gustan de las buenas carreras. Aquellos que vieron el clásico Comparación (G 2-2500 m), incluidos los que reclaman una mayor presencia de competencias de fondo en las programaciones, seguramente estarán preguntando por estas horas cuándo volverán a medirse Body Soguero y Eyeofthetiger, dos caballos de esos que la hípica argentina no retenía en tiempos no tan lejanos.
Hubo revancha respecto del último duelo, pero vienen venciéndose mutuamente desde abril. Como aquella vez, ahora se impuso Body Soguero, en una perfecta conjunción de calidad y la mejor estrategia ejecutada, con Juan Noriega como partícipe necesario en la montura del ganador.
Acompañó el clima y el nivel de los caballos que se enfrentaron, circunstancias que parecieron soñadas. No ayudó la coincidencia con el Día de la Madre y, en parte, el hecho de correrse en simultáneo con la disputa del partido entre River y Boca, que fue seguido en los televisores por gran parte del público que había en el Argentino. La ecuación dio como resultado menos gente de lo que se merecía el enfrentamiento entre ellos más la presencia de Flag Copado, finalmente tercero, en respaldo a una carrera con premio reforzado.
No existía en la pista un caballo capaz de hacerle fuerza adelante a Body Soguero. La impresión es que si alguno se lo hubiera propuesto no habría podido hacerlo o hubiera sentido el desgaste. En parte lo acusó Eyeofthetiger, pero tiene tanta clase y vergüenza que adoptó un libreto que no le conviene y pudo conservar el segundo puesto todo el trayecto, hasta terminar a tres cuerpos del vencedor y con un largo y medio de ventaja sobre el tercero, Flag Copado. Ese orden, con Potri Arlequín en el cuarto puesto, cerca, se vio desde el meridiano del clásico, corrido con un plano, como un juego de ajedrez.
Juan Noriega aceleró en el opuesto, se distanció y cuando volvió a tener cerca a sus principales adversarios, otra vez los despidió. Así resolvió con practicidad y comodidad. Ejecutó con máxima precisión el plan trazado junto a los Martucci, Federico y Edgardo, para que el festejo vuelva a ser un retrato en el que quedaba chica la herradura de los ganadores.
Ganó Body Soguero en un hipódromo que está en obra, renovando el Paddock. En la pista estuvieron los mejor arquitectos de la categoría más importante.
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