El desafío para la Industria del Caballo en la Argentina es nuevamente
"Trabajar en forma INTEGRADA, HACIENDO QUE LAS COSAS PASEN"
Este año ¿lo lograremos?
Mario López Oliva

lunes, 24 de noviembre de 2008

La industria hípica está inquieta por la futura proliferación de casinos

El mundo del turf teme que la apertura de nuevas salas de juego afecte los niveles de apuestas en la actividad. Por ello postula, por ejemplo, que se permitan las máquinas tragamonedas en los hipódromos.

Jorge English


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04/09/2005 00:00



El 7 de agosto los máximos dirigentes de la hípica sudamericana se juntaron en Río de Janeiro para tratar asuntos relativos al turf en la región y exponer la situación de cada país. En la cumbre, además de hablar de nacimientos, exportaciones de ejemplares o el éxito de caballos que hoy corren en Estados Unidos, la delegación chilena, formada por Juan Cuneo Solari y Jorge Celis, acusó al fantasma que ronda a la hípica local: la futura operación de 17 nuevos casinos a lo largo de Chile.

Cuneo,conocido empresario y vicepresidente de Falabella, preside el Hipódromo Chile. Sus primas Solari controlan el Club Hípico. Los dos hipódromos de la Región Metropolitana aportan el 75% de las apuestas que genera la actividad a nivel nacional. En ambas instituciones hay otros accionistas importantes, como Celis (preside el Club Hípico), el abogado Fernando Coloma, el presidente de la Cámara de Comercio Chileno-Argentina Orlando Mercado, o el socio del grupo Security Gustavo Pávez, entre otros, pero en el sector reconocen el peso de la familia Solari. "Los casinos constituyen una dura competencia para la hípica", dice Cuneo.

¿Cuál es el motivo? "Ambas actividades forman parte de la industria de la entretención, lo cual significa que parte de los recursos que hoy el consumidor destina a la hípica podrían derivarse hacia los casinos", afirma Cuneo.

Su colega Jorge Celis añade el impacto fuerte que ello puede causar en las siete mil personas que directamente viven de esta industria que mueve US$ 150 millones al año.

En Viña del Mar ya había casino y convivía con el Valparaíso Sporting Club, argumento que no convence a los hípicos, que están seguros que con casinos en Rancagua, San Antonio o Algarrobo, los hipódromos y la red Teletrak invariablemente perderán público. El gerente general del Hipódromo de Concepción, Ricardo Ayllón, teme que la actividad pueda decaer por esta causa, aunque estima que en el caso penquista, en particular, puede verse compensado por un aumento de la afluencia de turistas y de su permanencia en la zona, azuzados por una mayor actividad distractiva.

Números rojos

La hípica arrastra una crisis que comenzó con los problemas económicos que afectaron a Chile a partir de 1997 y hasta ahora no se ha recuperado. En los buenos tiempos, en el país nacían más de 2.400 caballos de carrera al año. Hoy son unos 1.700.

Fernando Coloma, director del Hipódromo Chile, acota que los compradores no están absorbiendo los nacimientos anuales por un círculo vicioso generado por bajos premios que no incentivan la compra de productos, afectando a los criadores, entre los que están las hermanas Liliana, Teresa y María Luisa Solari Falabella; los Matte con el Haras de Pirque; Oussama Abougazaleh, de la multinacional Fresh del Monte; Pedro Hurtado Vicuña y Carlos Eugenio Lavín, socio del grupo Penta que está incursionando en la crianza.

Los números son decidores: a junio el Club Hípico de Santiago acumulaba pérdidas por $ 215 millones, las del Hipódromo Chile ascendían a $ 240 millones y el Sporting perdía $ 398 millones.

Cuneo recuerda que la hípica es un espectáculo muy caro de producir. "Detrás de cada caballo que corre una carrera después de dos años de compleja crianza, hay reproductores de alto costo, inversión en establecimientos de crianza, propietarios, preparadores, jinetes, cuidadores, capataces, etc., y finalmente, hipódromos ubicados en extensas áreas de alto costo, con una elevada inversión en instalaciones y equipos. Como se puede apreciar, la hípica es algo más que una ruleta o un juego de cartas".

Los hípicos sienten, por tanto, que la Ley de Casinos constituye un nuevo golpe para un sector que ya está a mal traer, puesto que producirá un desarrollo de los juegos de azar mayor aún al que ya se ha verificado en el país de la mano de los innumerables productos que constantemente lanzan Polla Chilena de Beneficencia y Lotería de Concepción, una competencia que el director honorario del Club Hípico, Pablo Baraona, considera desleal: "Cuesta cero producirlos, son puro azar y le están produciendo mucho daño a la hípica".

Las aspiraciones del sector incluyen la desaparición del impuesto específico del 3% a las apuestas, pero algunos dirigentes están conscientes de que a priori la autoridad está poco dispuesta a reducir gravámenes. De hecho, Cuneo destaca que la hípica debió defenderse de un proyecto que pretendía subir dicha tasa en un 100%.

La solución que invariablemente se menciona es poder instalar máquinas tragamonedas en los hipódromos, anhelo impedido por la actual normativa, que las reserva sólo a los casinos. La idea es emular lo que hizo el Hipódromo de Palermo, en Argentina, un recinto que estaba en ruinosa condición hasta que colocó tragamonedas y generó una rápida bonanza que permitió duplicar los premios. Igual medida se adoptó en Canadá y en el Hipódromo de Kentucky, sede del célebre Derby.

"En otras hípicas de igual o mayor desarrollo que la nuestra su defensa con los casinos se ha concretado de varias formas: autorizando a los hipódromos a operar máquinas tragamonedas en alianza con los casinos; permitiéndoles en forma exclusiva la venta de apuestas sobre carreras disputadas en el extranjero, lo que se denomina simulcasting, y hasta con subsidios directos del Estado, como en el Hipódromo de San Isidro y La Plata de Buenos Aires, que recibe más de US$ 5 millones de subsidio estatal", explica Cuneo.

El presidente de la Feria de Criadores (representantes de los 152 haras de Chile), Marcel Zarour, dice que "no se trata de instalar mesas de juego, sólo máquinas, y sería un gran paliativo". No obstante, hace una autocrítica y reconoce que mientras se tramitó la Ley de Casinos "todo el mundo esperó que el otro hiciera algo y al final no se hizo absolutamente nada".

Con optimismo Zarour dice: "Nunca es tarde para hacer algo".


48 proyectos para 17 licencias de casinos

Un total de 17 licencias de casinos están actualmente en proceso de licitación en las regiones del país.

Postularon 48 proyectos, los que suman una inversión total de US$ 1.339 millones.

De acuerdo a la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), la adjudicación de los proyectos para las 17 licencias podrían generar inversiones por US$ 500 millones y 6.250 empleos.

Las regiones Segunda y Octava registran las cifras más elevadas de eventuales inversiones.

Está contemplado que a partir de 2006 comiencen a construirse los nuevos centros de juego.

Actualmente, el mayor casino del país es el de Viña del Mar, controlado por el grupo Martínez.

US$ 150 millones en juego

En Chile hay ocho hipódromos. A los dos de la capital se añade el Sporting de Valparaíso, el Hipódromo de Concepción, el de Antofogasta y otros tres que no están en red (no operan con Teletrak): Arica, Coquimbo y Punta Arenas.

La hípica mueve del orden de US$ 150 millones anuales en apuestas a través de la red Teletrak, el 75% de las cuales se genera en Santiago.

El negocio de los criadores, en tanto, consiste en colocar en el mercado nacional e internacional los 1.700 caballos que nacen en Chile cada año.

Siete mil personas viven en forma directa de esta actividad, más otros 10 mil empleos indirectos.

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