Las súper organizaciones

Lanacion.com (Argentina) - Argentina

La final de mañana del Argentino Abierto de polo que jugarán La Dolfina y Ellerstina enfrentará a los cuartetos que cuentan con los mejores equipos de trabajo alrededor de sus jugadores y sus caballos

Por Carlos Beer
De la Redacción de LA NACION

De un lado la organización que cambió el mundo del polo. Del otro, los herederos, los que siguieron su camino y buscan alcanzar la misma excelencia. Son los finalistas del 115º Campeonato Argentino Abierto y sus organizaciones, esas que le dan un plus de supremacía respecto de los otros equipos de hoy del alto handicap. De un lado, entonces, Ellerstina, la creación de Gonzalo Pieres considerada por la mayoría del ambiente como el modelo por seguir. Del otro, La Dolfina, con tres jugadores que aprendieron de las cualidades de Pieres y mostraron grandes progresos en los últimos años: Adolfo Cambiaso y Bartolomé Castagnola, el ala Cañuelas del equipo junto con Lucas Monteverde, más Mariano Aguerre, elegido como el jugador mejor montado de la final de 2007.

El polista es la cara visible de un equipo de trabajo que, en cantidad, sólo se asemeja a lo que sucede en el automovilismo. Una organización, como se llama a un team completo de polo, no se termina nada más en la cantidad y la calidad de los caballos. Incluye la gente que históricamente trabaja con ellos, como los petiseros y veterinarios, más los hombres que en los últimos años se han incorporado en el trabajo a este deporte con los jugadores, como los preparadores físicos y, en muchos casos, los psicólogos. En conclusión, un ejercito trabajador que sirve al líder que se sube al caballo.

Respecto de los montados, la final propondrá el choque de las dos mejores caballadas. Y surge una pregunta: ¿se puede realizar una estimación de precios de los animales que estarán en el principal escenario polístico del mundo? Distintas fuentes consultadas por LA NACION, que pidieron la reserva de su nombre, coincidieron en que la mayoría de los caballos de la final de Palermo no tienen precio.

Esto se da por un motivo sustancial: los caballos no están en venta y, por ende, tampoco tienen una cotización establecida. Algunos años atrás hubo casos en los que un patrón muy famoso intentaba comprar a los mejores caballos de esa época. Pero los jugadores, para evitar tentaciones de cheques que podían llegar a alcanzar los seis ceros, ni siquiera llegaban a ponerle precio a sus caballos. La razón es que vender a los mejores caballos significaría un retroceso en las aspiraciones individuales y colectivas por ganar los mejores torneos del mundo. Por eso, como suelen repetir los protagonistas, en la Argentina juegan por el honor y la gloria y no ponen por delante intereses económicos.

Cada jugador utilizará mañana entre cuatro y seis caballos para comenzar los chukkers, más sus respectivas esperas. Se puede pensar en un mínimo de ocho montados por jugador, 32 por cuarteto y 64 dentro de la cancha. "No es fácil establecer un promedio de precio de cada caballo. Algunos pueden ser bastante inferiores a los 100.000 dólares, otros oscilarán esa cifra, y algunos la podrán duplicar, triplicar, o más todavía. Pero son precios estimativos, pues no son valores que se manejan en el mercado", expresó un dirigente de una entidad dedicada a los caballos de polo.

En el último remate realizado en Ellerstina, la potranca más cara (Open Chusmita) se vendió en 110.000 dólares; el padrillo (Open Luna Park), en U$S 125.000, y cuatro embriones con nacimiento entre noviembre último y febrero próximo, en U$S 50.000 cada uno.

La duda que se genera es: ¿qué tan grande puede ser el negocio de la venta de caballos de polo? En 2007, se exportaron montados por algo más de US$ 500 millones, pero Patrick Hermes, el presidente de la Federación Internacional, opinó el año último: "Lo que se paga a la hora de comprar caballos es la calidad, y los caballos argentinos la tienen. Sin embargo, ahora es muy difícil hacer transacciones porque éste es el único país que conozco en el que hay que pagar impuestos para exportar y eso lo hace muy caro y no conviene. Como consecuencia de los impuestos que hay en la Argentina para exportar, los europeos nos hemos decidido a criar nuestros propios caballos de polo".

Organizaciones, jugadores y caballos: todos juntos en la gran final de Palermo.

• Los mismos referís que en 2005 y 2007
  No sólo los protagonistas de la final de Palermo serán los mismos que en 2005 y 2007. También se repetirán las autoridades: Augusto Gómez Romero será el árbitro, mientras que como jueces actuarán Daniel Boudou y Matías Baibiene. Incluso, estos últimos condujeron también la definición de 2006, aunque con Esteban Ferrari como árbitro.