Gabi Arguimbau reclama mayor implicación de las instituciones en la promoción del caballo de raza menorquina
LLORENÇ ALLÈS CAMPS
La imagen de Menorca era tiempo atrás la de las playas de arena blanca y agua transparente. Hoy, esta imagen se ha diversificado y el caballo menorquín se ha colado entre los iconos propios de nuestra isla. Lo ha hecho después de muchos años de esfuerzo, de mejorar la especie gracias al trabajo de muchos, entre ellos la de la Associació de Criadors i Propietaris de Cavalls de Raça Menorquina. Gabi Arguimbau es ahora su presidente.
-¿De dónde le viene a usted la afición por el caballo?
-Me viene de pequeño. Los caballos me han gustado siempre y hace tiempo que monto, pero se ha intensificado la afición desde que empecé a salir por Sant Joan.
-Y a los menorquines, ¿de dónde les viene esta afición tan extendida?
-Supongo que viene de tradición. En todos los pueblos se hacen fiestas, y a muchos nos gusta salir. Somos la zona con más caballos por habitante de Europa. En Menorca hay más de 7.000 caballos.
-¡Casi un caballo por cada diez habitantes!¿Esto como se mantiene?
-Hay mucha gente que tendría un caballo, pero al no disponer de ningún espacio donde tenerlo, no lo hace. Porque actualmente el mantenimiento de un caballo puede asumirlo cualquiera, pues cuesta unos 80 euros al mes. Pero si luego hay que añadir el alquiler de un establo, la cosa se dispara...
-Ya se han denunciado en anteriores ocasiones las dificultades existentes a la hora de construir nuevos establos...
-Hay mucha gente con sitio que quisiera hacer un establo, pero no se lo permiten. El Consell se remite a lo que marca el Pla Territorial Insular, y no quieren establos sueltos, sino agruparlos en aquellas zonas que ellos consideren apropiadas.
-Pero 7.000 caballos así no se pueden tener.
-Basta con pasear un poco y en muchos sitios se ven caballos. La gente se apaña como puede, algunos al margen de la legalidad. Pero esa no es la solución.
-¿Cuál es la solución?
-No lo sabemos. Con la anterior junta propusimos que si alguien quería construir una caseta para tener a su caballo, lo pudiera hacer siempre y cuando fuera de estilo menorquín y sometida a un estricto control urbanístico. Así, en vez de chabolas en el campo, se verían construcciones bien hechas.
-Hablemos de la raza menorquina. ¿Valoramos como toca el hecho de poder tener una raza propia?
-En España hay muy pocas razas puras, y una es la nuestra a pesar del reducido tamaño de nuestra isla. Las instituciones podrían hacer algo más al respecto, podrían ayudarnos más. Salen a fuera para promocionar la isla, y presumen del caballo menorquín. Pero si promocionan el caballo, que ayuden a mantenerlo.
-Porque el caballo puede ser un gran reclamo turístico...
-Las instituciones dicen que quieren turismo ecuestre, pero es que aquí no hay instalaciones adecuadas. ¿Cómo van a venir los turistas si no tienen ningún sitio donde ir? Ha habido gente ya que nos ha llamado para venir a pasar unos días pero que se han echado atrás al no haber instalaciones.
-Curioso.
-Ahora disponemos del Camí de Cavalls, hecho muy positivo. Pero hace falta que las instituciones adecuaran algunos sitios donde poder dejar el caballo, dormir y comer y luego seguir haciendo la vuelta a Menorca. Ahora no hay infraestructuras suficientes.
-¿Qué es lo primero que deberían hacer las instituciones para mejorar la promoción de nuestra raza?
-Aportar más ayudas. Deberíamos ir a más ferias y promocionar más nuestro caballo.
-Aquí quizás nos pensamos que en todo el mundo se sabe que tenemos una raza propia, pero ¿es así?
-No todos conocen nuestra raza. Además, mucha gente ni sabe dónde está Menorca. Imagine conocer el caballo! Pero haber donado un caballo nuestro a la Escuela de Jerez ha sido un buen paso. Algo muy importante, sobretodo si el caballo funciona.
-¿Y funciona?
-De momento sí. Nos dicen que están encantados con ellos.
-Un caballo en Jerez, otro que protagoniza un anuncio de televisión... Son pasos, ¿no?
-Así es. Vamos avanzando.
-¿Cómo hacen para mantener y mejorar la raza?
-Seleccionando yeguas y caballos, cosa que hasta hace poco no se hacía. Existía la costumbre de si se tenía una yegua aparejarla con el caballo del vecino, sin tener en cuenta si era un apareamiento conveniente. Así no se avanzaba. La gente ha evolucionado, y empieza a escoger bien los sementales, a pesar de que eso cuesta bastante dinero.
-La selección funciona...
_Sí, pero nos fijamos demasiado en los sementales y menos en las yeguas, cuando son ellas las que transmiten más características a los potros. Hasta ahora vendíamos a las yeguas, y corríamos el riesgo de quedarnos sin ejemplares adecuados para la cría.
-¿El negocio de criar caballos en Menorca es factible?
-Algunos lo hacen, pero se encuentran con el mismo problema que antes: para poder vender caballos fuera de la isla, hay que darse a conocer, promocionar nuestra raza. Hasta ahora se habían vendido los caballos que aquí no queríamos, y hay gente que ha quedado escaldada. Hace falta seleccionar y vender lo mejor.
-Pero la cría podría ser un buen negocio ahora que el campo está de nuevo en crisis.
-Sí. Bueno, negocio no sé. Al menos se podría sobrevivir y el campo tendría otra alternativa. Pero eso necesita tiempo y esfuerzo.
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