Exportaciones de caballos de polo y de carrera comienzan a sufrir los efectos de la crisis

el argentinos.com


Prevén una caída en las ventas que llegará al 50 por ciento

19-03-2009 / Parece ser que los tiempos de bonanza para el sector hípico llegaron a su fin. Tanto es así que empieza a sentir los coletazos de la crisis financiera internacional y en algunos sectores ya pronostican una caída del 50%.

La mayoría de los polistas participa en el negocio de las exportaciones de caballos

El sector logró sortear el año pasado problemáticas coyunturales, tales como la crisis agropecuaria, manteniendo entre los diez países con el mayor stock de equinos en el mundo.
Según estiman fuentes del sector, el conjunto de las actividades hípicas genera un movimiento económico superior a u$s800 millones (contabilizando accesorios y todo lo necesario para el desarrollo de la actividad), lo que representa el 5% del Producto Bruto Agropecuario.
En los últimos tres años la exportación argentina de equinos se incrementó en un 16%, en el caso de los caballos de polo y de carrera. De acuerdo con datos oficiales, la exportación de equinos alcanzó en el 2008 un volumen mayor a los u$s33 millones, superando por u$s8 millones el volumen del 2007.
Sin embargo, aunque el sector se encuentre fuertemente consolidado, no logra escapar a los coletazos de la crisis que atraviesa a todo el globo terráqueo.
“Este año comenzaremos a sentir cierto efecto recesivo que conllevará a un descenso en el volumen de ventas del sector tanto a nivel interno como externo, lo que afectará en distinta medida a ciertos tipo de caballos”, explica Carlos Solanet, gerente de Ferias Agropecuarias de La Rural, donde este mes se realizará la Feria “Nuestros caballos”.
Ya que la hípica es considerada una actividad restringida a quienes tienen un alto poder adquisitivo y por ende la compra de caballos es tomada como un consumo de lujo, uno de los segmentos más afectados será el de los caballos de tiempo libre entre los que se encuentran la tipología de “criollos”.
Por su parte, Luis Amadeo Lastra, presidente de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos, estima que en este tipo de equinos la actividad se va a ver menos afectada que en otras razas, ya que está íntimamente ligada al sector agropecuario y al trabajo en el campo, por lo que prevé cierta sostenibilidad de los niveles del año pasado.
“Existen en la actualidad 150 criadores en la Argentina, los cuales tendrán como estrategia para este año reducir los gastos en función de las ventas que se reciben”, explica Lastra.
Por su parte, quienes ya están sintiendo un cimbronazo son los criadores de caballos árabes, animales muy utilizados para el polo o el endurance.
En lo poco que va del año el sector ya tuvo algunos síntomas que no avizoran un futuro muy prometedor.
“Para esta altura del año ya contábamos con compradores interesados en los caballos árabes y hasta el momento compradores fuertes como Brasil o los Estados Unidos brillan por su ausencia”, cuenta Jorge Cóncaro, presidente de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos Árabes. “Del mismo modo la actividad interna es totalmente nula.”
Por otro lado, algunos haras debieron cerrar o achicarse, reduciendo las yeguas en servicio como primera medida.
“Mientras las exportaciones de caballos árabes fueron de 27 cabezas durante el 2008, con el escenario actual esperamos llegar a las 10 o 12 cabezas para este año”, previó Cóncaro.
De este modo, ese sector se vería con una reducción de más del 50%, lo que implica una importante suman ya que un caballo árabe aforado tiene un valor de 10.000 dólares.
Por ello este segmento reducirá costos en los insumos necesario para la crianza de los equinos y en la limitación de carreras de endurance y encuentros a nivel nacional.
En una industria que emplea en forma directa a 70.000 personas y a 110.000 en forma indirecta, quienes saben de la materia intuyen que las compras que se realicen en el país van a ser más selectivas, ya sea a nivel interno como externo, por lo que va a primar la calidad de los equinos.
Es así que, a pesar de que en los últimos tres años se duplicaron los montos de las ventas obtenidas de caballos influidas por un incremento de precios, este año se espera que ese volumen se reduzca aunque no en un gran porcentaje.

LORENA GUARINO