Recreación virtual de la obra de Wallinger /AFP
El nuevo orgullo nacional de los ingleses será un semental blanco de cincuenta metros de alto que dará la bienvenida a quienes crucen el Canal de la Mancha. La escultura, visible a 80 kilómetros de distancia, será instalada en Ebbsfleet Valley, en la ruta del Eurostar al adentrarse en Inglaterra, si es que la crisis no hace naufragar el proyecto. La idea ganadora del concurso ha sido del artista Mark Walinger, quien obtuvo el premio Turner en 2007 con una obra de denuncia sobre la guerra de Irak. Wallinger, como todos los ingleses, es un apasionado de los caballos y además es copropietario de un pura sangre de carreras. Junto a las razones estéticas relativas a la belleza del animal, el artista también ha dado sus razones conceptuales: «Es un caballo muy inglés, pero lo hemos logrado después de haber importado tres caballos árabes. Es un símbolo de importación-exportación y de inmigración-emigración». Nada más apropiado, según Wallinger, para actuar como puerta de entrada de Inglaterra.
El referente es Antony Gormley La opción de una escultura gigante viene a equilibrar el éxito que en el norte de Inglaterra, junto a Newcastle, ha tenido «El angel del norte», una enorme figura humana de acero de veinte metros de altura, con unas alas horizontales que abarcan 54 metros. Obra del escultor Antony Gormley, fue instalada a mediados de los años 90. Wallinger tiene previsto hacer su caballo de fibra de vidrio, reforzado con hormigón, aunque podría revisar el material de acuerdo con las dificultades que pueda presentar una escultura de este tamaño. Debería estar instalada para los Juegos de Londres 2012.
Las empresas que están impulsado el proyecto (London and Continental Railways, Eurostar y Land Securities) van a demorar unos meses el comienzo de su ejecución, a la espera de la mejora de la situación económica. De momento han gastado 1,1 millones de euros en el concurso de ideas, y calculan que la realización e instalación del gran caballo blanco costará otros 2,2 millones de euros. La altura de cincuenta metros ha sido determinada también por razones de seguridad, con el fin de que los conductores lo puedan ver desde lejos, pues se distraerían si lo descubrieran de golpe, según sus promotores.
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