ALBERTO GIMÉNEZ, EL JOCKEY GANADOR
"Salí fuerte al principio y, tal como me pidieron, dejé correr al caballo a voluntad. Vine tranquilo hasta la recta final, cuando lo apuré un poco y se cortó como si recién hubiera largado. Fue una linda carrera", relató Giménez.
Alberto, de 37 años, es un jinete con amplia trayectoria, con pasado hasta en Miami, en Estados Unidos. Ganador de cinco clásicos mendocinos, el Patrono Santiago, Giménez se radicó durante siete años en Buenos Aires, en donde el Hipódromo de Palermo fue su segunda casa. Después, de la mano del mismo dueño de caballos, se fue a Miami, a fines de los '90. "Corría todos los días, un mes en cada hipódromo. Fue una linda etapa, muy profesional, en donde el jockey tenía desde masajista a baño propio y todo en el mismo hipódromo", relata el jinete.
Vecino de Godoy Cruz e hincha del Tomba, Giménez viene de una familia con amplio pasado en el turf, así que después de un largo aprendizaje, comenzó a correr a los 17 años. Su abuelo fue jockey, su padre también, al igual que sus tíos, hermanos y primos. Pero Alberto es padre de cuatro hijas y ahora tiene un dilema: la mayor quiere correr. "Yo sé cómo es el gremio y no es fácil. Pero así como yo quise ser jockey, voy a tener que dejarla. Con 12 años, ya está en la edad de arrancar", contó Giménez.
Con la de ayer, Alberto superó las 310 carreras ganadas a lo largo de su trayectoria de 20 años. "El miedo cada vez que se larga una carrera siempre está, pero en la pista uno se olvida de todo. La vida del jockey no es sencilla, pero todo se paga cuando ganás, y más cuando es un clásico como este", confesó.
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