El mundo, a los pies del turf argentino
Las carreras no sólo tienen seguidores locales, sino que el interés cruza todas las fronteras. Y hasta hay un canal que trasmite en los Estados Unidos y en Europa lo que ocurre en nuestros hipódromos
El Latin American Racing Channel (LARC) -la primera señal que emite las carreras en el exterior- se convirtió automáticamente en una vidriera para el turf argentino en los principales mercados del mundo.
Es por eso que la señal transmitirá en vivo y en directo, vía satélite, 2.500 carreras durante 300 días por año. Los envíos se realizan seis días por semana (de miércoles a lunes), incluyen de 6 a 13 competencias diarias, y son recibidos en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Austria, mientras que se espera en un corto plazo el ingreso al mercado español.
En la Argentina, la industria hípica del turf involucra a 750.000 familias. En dicho proceso están involucrados desde los criadores y entrenadores hasta los veterinarios, herreros y talabarteros, pasando obviamente por los peones y jockeys. Aunque su primera mirada siempre está dirigida hacia el mundo de las apuestas, detrás hay otro mercado que forma parte de la faceta exportadora de nuestro país.
La llegada de LARC a este terreno se dio a través de la designación de Magna Entertainment Corp. (MEC) para que en forma exclusiva consolide y ejecute el intercambio de señales hípicas entre los EEUU, Europa y Latinoamérica. Las primeras transmisiones de este tipo comenzaron gracias al vínculo que se firmó con el Hipódromo de San Isidro. Luego se incorporaron el Hipódromo de Maroñas (Uruguay), el Club Hípico Santiago, Hipódromo Chile y Valparaíso Sporting Club (todos de Chile).
En los Estados Unidos las transmisiones se pueden seguir por dos canales de cable: TVG y HRTV, que posee 18 millones de abonados. Las imágenes también se ven en directo en los más de 100 hipódromos de ese país, en la red que involucra a más de 700 agencias OTB’s (off track betting) y en sitios de internet como XpressBet.com, Bet Pad y Twinspires.
Interés por la Argentina
Las competencias argentinas tienen una gran recepción en los Estados Unidos por dos motivos muy claros: la creciente comunidad latina instalada en aquellas tierras y la calidad de los caballos que participan de las carreras. Este último punto es también el que motiva el interés en los países europeos que reciben la señal.
Gracias a esta iniciativa, los caballos argentinos comenzaron a tener otra exposición en el mundo. Si bien ya eran reconocidos por su calidad, la llegada de las carreras en vivo permite que se pueda observar a diario sus condiciones y su evolución, algo que influyó directamente en la venta de estos animales. Nuestro país, uno de los grandes exportadores de caballos de carrera, mundialmente se ubica entre el cuarto y el quinto lugar como productor. Los Estados Unidos, los países árabes y Sudáfrica son los principales destinos de los 500 caballos de carrera argentinos que se venden por año, operaciones que generan un volumen de más de 12.500.000 dólares.
El proceso de la industria hípica comienza en donde nacen y se crían a los potrillos hasta los dos años, momento en el que se trasladan hacia los studs, lugar donde se los prepara para salir a las pistas. Dada la gran importancia que dentro del turf posee la genética de cada animal y del perfil exportador de la Argentina, en los últimos años se importaron padrillos destacados mundialmente para lograr mejores crías.
Esta es una práctica que se repite cada vez más a menudo y que permite luego el crecimiento de las exportaciones gracias a que los costos del mantenimiento de los caballos en nuestro país (favorecido por el tipo de cambio del dólar) son menores que en el resto de los lugares donde la industria hípica también está desarrollada.
Es por eso que la señal transmitirá en vivo y en directo, vía satélite, 2.500 carreras durante 300 días por año. Los envíos se realizan seis días por semana (de miércoles a lunes), incluyen de 6 a 13 competencias diarias, y son recibidos en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Austria, mientras que se espera en un corto plazo el ingreso al mercado español.
En la Argentina, la industria hípica del turf involucra a 750.000 familias. En dicho proceso están involucrados desde los criadores y entrenadores hasta los veterinarios, herreros y talabarteros, pasando obviamente por los peones y jockeys. Aunque su primera mirada siempre está dirigida hacia el mundo de las apuestas, detrás hay otro mercado que forma parte de la faceta exportadora de nuestro país.
La llegada de LARC a este terreno se dio a través de la designación de Magna Entertainment Corp. (MEC) para que en forma exclusiva consolide y ejecute el intercambio de señales hípicas entre los EEUU, Europa y Latinoamérica. Las primeras transmisiones de este tipo comenzaron gracias al vínculo que se firmó con el Hipódromo de San Isidro. Luego se incorporaron el Hipódromo de Maroñas (Uruguay), el Club Hípico Santiago, Hipódromo Chile y Valparaíso Sporting Club (todos de Chile).
En los Estados Unidos las transmisiones se pueden seguir por dos canales de cable: TVG y HRTV, que posee 18 millones de abonados. Las imágenes también se ven en directo en los más de 100 hipódromos de ese país, en la red que involucra a más de 700 agencias OTB’s (off track betting) y en sitios de internet como XpressBet.com, Bet Pad y Twinspires.
Interés por la Argentina
Las competencias argentinas tienen una gran recepción en los Estados Unidos por dos motivos muy claros: la creciente comunidad latina instalada en aquellas tierras y la calidad de los caballos que participan de las carreras. Este último punto es también el que motiva el interés en los países europeos que reciben la señal.
Gracias a esta iniciativa, los caballos argentinos comenzaron a tener otra exposición en el mundo. Si bien ya eran reconocidos por su calidad, la llegada de las carreras en vivo permite que se pueda observar a diario sus condiciones y su evolución, algo que influyó directamente en la venta de estos animales. Nuestro país, uno de los grandes exportadores de caballos de carrera, mundialmente se ubica entre el cuarto y el quinto lugar como productor. Los Estados Unidos, los países árabes y Sudáfrica son los principales destinos de los 500 caballos de carrera argentinos que se venden por año, operaciones que generan un volumen de más de 12.500.000 dólares.
El proceso de la industria hípica comienza en donde nacen y se crían a los potrillos hasta los dos años, momento en el que se trasladan hacia los studs, lugar donde se los prepara para salir a las pistas. Dada la gran importancia que dentro del turf posee la genética de cada animal y del perfil exportador de la Argentina, en los últimos años se importaron padrillos destacados mundialmente para lograr mejores crías.
Esta es una práctica que se repite cada vez más a menudo y que permite luego el crecimiento de las exportaciones gracias a que los costos del mantenimiento de los caballos en nuestro país (favorecido por el tipo de cambio del dólar) son menores que en el resto de los lugares donde la industria hípica también está desarrollada.
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