Los caballos que tomarán parte en el Concurso de Saltos Internacional de A Coruña tendrán una edad mínima de 7 años. Ese es la norma establecida por la Federación Ecuestre Internacional. Por lo general, los équidos que acuden a Casas Novas tienen una media de 9 años. Por sus características, este tipo de competición, distinta a las carreras, exige caballos con madurez, que presenten una fisonomía musculada, pero atlética, y un carácter dócil.
«No es lo mismo un corredor de fondo que un saltador de pértiga», explica Emma Ruiz, la responsable de cuadras en Casas Novas.
En cuanto a las razas, las que presentan un mayor número de ejemplares son la silla francés, la caballo de deporte belga, la zangersheide y la sangre caliente holandés.
Todos los caballos que competirán en el concurso coruñés pasaron ayer por la tarde la preceptiva inspección veterinaria. Los encargados de realizarla fueron un veterinario clínico y otro perteneciente a la FEI, aunque también estuvo presente el presidente del jurado, José Álvarez de Bohórquez. Los veterinarios se encargaron de comprobar que la documentación de los animales está en regla para afrontar la competición. También se sometió a los équidos a una prueba de trote, para verificar si existe alguna anomalía o algún tipo de cojera que suponga el descarte del caballo.
Un máximo de tres animales
Cada jinete podrá presentar un máximo de tres caballos, aunque en Casas Novas se han presentado competidores procedentes de otras pruebas con animales considerados «de tránsito», que no están inscritos en el certamen coruñés.
Los participantes solo podrán realizar un ligero reconocimiento a los circuitos antes de las pruebas.
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