El Gran Premio Arco de Triunfo

El Diario de Paraná - Paraná,Entre Ríos,Argentina

Aldo Cantero -

Zarkava ya es la dueña de Europa. La invicta yegua del Aga Khan se recuperó de una mala largada y perforó una muralla en la recta de Longchamp, para ganar por dos cuerpos. Ella corre. Ella gana. Ella es fenomenal, imbatible. Ella es Zarkava, desde el sábado pasado, es su majestad, la reina de Longchamp.


Nació en cuna de oro la ganadora del Qatar Prix de L’Arc de Triomphe (G.1-2400 metros). Que otra cosa se podría decir, de una potranca criada por su alteza el príncipe Karim Aga Khan, continuador de una gran tradición hípica familiar, heredada cuando tenía 23 años de su padre, y éste, a la vez, del suyo. Va por los 71 el Aga Khan, que antes vió ganar tres veces a caballos suyos en el Arco y actualmente tiene un escuadrón de 220 repartidos entre Irlanda y Francia.
Zarkava triunfó siete veces consecutivas. Por lo visto, no existe en el viejo Mundo el caballo que sea capaz de superar a esta yegua mediana, de cabeza femenina, elegante, hecha gacela en la pista. El último sábado ganó por dos cuerpos a Youmzain, un viejo conocido del Arco, puesto que lo corrió y también perdió el año pasado, cuando quedó a un supiro de batir a Dylan Thomas. Si habrá pasaje a la historia para Zarkava, cuyo propietario continúa sorprendido por lo que es capaz de hacer ella. En conferencia de prensa, el príncipe dijo que era muy temprano para hablar del futuro de la campeona, pero descartó la posibilidad de llevarla a los Estados Unidos para buscar rivales en la Breeders Cup.
Después de esa rueda con los medios, mientras firmaba autógrafos y caminaba hacia el salón Ribot, donde los dueños de los caballos tenían una zona preferencial, el príncipe manifestó: “Ganar el Arco de Triunfo es magnífico, emocionante, romántico”, definió en francés, y ante la pregunta de un periodista sobre la posibilidad de volver a disfrutar en la pista de su campeona el Aga Khan utilizó la palabra finish, como quién quiere adelantar que pronto Zarkava dejará de funcionar en los hipódromos. Bruno Quintana, el presidente del Jockey Club, fue testigo de la hazaña y presenció la entrega del trofeo, que era de oro, que depositaron en manos del Aga Khan. De oro también es Zarkava, una perla para el turf del mundo, un diamante para admirar.